7 minutos y 3 preguntas de presunta rueda de prensa

"...7 minutos y 3 preguntas. En eso consistió la rueda de prensa (?) más breve que uno recuerde de la empresa de la plaza de Sevilla. Es increíble que la programación de toda una temporada (19 corridas de toros, 8 novilladas y 2 de rejones) se despache en 7 minutos. Pero a esto se ha llegado por el talante de esta empresa que o no responde a lo que se pregunta o se cabrea visible y auditivamente con sus ásperas y destempladas respuestas cuando hay una pregunta que no son de su cuerda..."

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Francisco Mateos

7 minutos y 3 preguntas. En eso consistió la rueda de prensa (?) más breve que uno recuerde de la empresa de la plaza de Sevilla. Ya lo decía ayer en el artículo de opinión previo a la presunta rueda de prensa (VER ARTÍCULO). Es increíble que la programación de toda una temporada (19 corridas de toros, 8 novilladas y 2 de rejones) se despache en 7 minutos. Pero a esto se ha llegado por el talante de esta empresa que o no responde a lo que se pregunta o se cabrea visible y auditivamente con sus ásperas y destempladas respuestas cuando hay una pregunta que no son de su cuerda. El distanciamiento entre la empresa y el aficionado sevillano es cada vez mayor. Y eso no va en beneficio ni de uno, ni de otro.

Ya les pedía ayer perdón por no preguntar en la rueda de prensa todas las cuestiones que les exponía en dicho artículo. Y horas después los hechos me daban la razón. La presunta rueda de prensa comenzó con unas amables y breves palabras de Eduardo Canorea (3 minutos), una somera explicación de Ramón Valencia sobre la política de precios tras la reforma de la totalidad de las gradas (otros 3 minutos) y tres preguntas (1 minuto). No hubo más. Con eso se despacha toda una temporada en la Maestranza. Por no preguntar, por ejemplo, no se preguntó ni sobre la inesperada ausencia total del novillero Juan del Álamo, que todas las quinielas lo ponían como seguro en la novillada que abría Feria.

Y las preguntas no se crean que fueron las que todos esperan. Dos fueron sobre televisión. Valencia confirmó que sería televisada esta Feria, la del próximo año y hasta la de 2012. Segunda -aún de menor interés para la ganeralidad de los aficionados-, que si las teles locales tendrán algunas imágenes con permiso del Plus Digital; “Se intentará”, Valencia dixit. Y la tercera y última, ésta sí de mucho más interés pero que con la respuesta de Canorea apuntilló la de por sí inexistente rueda de prensa: “¿Se puede saber algún detalle más de la negociación con José Tomás?”. Respuesta de Canorea: “Me remito al comunicado nuestro. Eso fue lo que pasó y no hay más. Que cada cual saque conclusiones”. Y san se acabó.

Cómo sería la cosa de rápido que los maestrantes -que se incorporan siempre posteriormente a la ‘rueda de prensa’ para diferenciar que la gestión es única y exclusivamente responsabilidad de la empresa- aparecieron cuando ya se habían llevado las dos o tres primeras bandejas vacías los del catering. No se preguntó por ausencias como José Luis Moreno, Corpas, Vilches o Girón; o presencias como las de Cordobés, Rivera, Fandiño, Serafín Marín, Arturo Macías o Vega; ni de algo tan normal como el trapío de los toros de Victorino después de lo del año pasado y adelantar el ganadero que no va a Madrid porque no tiene toros; u otras muchas cuestiones, que el aficionado de a pie haría a los empresarios. Vamos, que la rueda de prensa de los tres festejitos de promoción de verano que ofrecen por junio dura el triple de tiempo que esta presunta rueda de prensa sobre la programación de los 29 festejos del abono.

¿Qué cómo es esto posible? Pues porque la empresa se ha ganado a pulso que no se hagan preguntas para evitar respuestas con un tono que incite a no preguntar más. Evidentemente los empresarios no tienen que resultar graciosos ni divertidos; no. Simplemente asumir que convocar una rueda de prensa es someterse a las preguntas que libre y profesionalmente los periodistas realicen, porque la prensa es la internedia entre lo que la empresa presenta y lo que el aficionado quiere saber. Porque con el comunicado famoso la gente no termina de enterarse por qué no viene José Tomás. Por eso pienso que esta presunta rueda de prensa ya está de más; con mandar el papelito con el conocido cuadrante por correo electrónico es suficiente. Después de tres años de no asistir a esta presentación porque la última vez -por hacer una de esas preguntas que la empresa supongo que considerará como ‘no procedente’- se produjo una de esas respuestas ásperas que no invitaron a hacer más, y a pesar de que el año pasado me cuentan que un compñaero se levantó y se marchó a mitad de respuesta de Canorea por la misma causa, este año he asistido aunque sólo de ‘oyente’. Pero todo sigue igual, o peor; ya, ni hay preguntas. Algún compañero que antes solía hacer alguna pregunta, me confesaba lo mismo: que no iba a preguntar más…

Y en esto consistió la presunta rueda de prensa: 7 minutos y 3 preguntas… y una hora de aperitivo (que pagan los maestrantes).

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