Salut, c´est encore moi!, por A. Tomás


 

Hola, soy yo de nuevo, concédanme por un momento el oficio de corresponsal del instante, relator de la España del hoy a mi manera, de las miserias y los logros que nos ha tocado sufrir y disfrutar en estos turbulentos tiempos. El panorama da para muchas tertulias y páginas, incluso para una edición actualizada y revisada de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdos, porque muchas de las situaciones nos recuerdan tiempos pasados y las actitudes de algunos son para salir corriendo.

Mientras la prima de riesgo española, apenas se ha reducido de 432 a 426 puntos, tras el anuncio de la rebaja en dos escalones por parte de la Agencia Standard & Poor’s, a falta de la decisión de la otra agencia de calificación en liza, Moody´s, que dejaría la deuda soberana española al borde del “bono basura”, el Fondo Monetario Internacional prevé una agudización de la crisis española e insiste en la ayuda financiera. Standard & Poor’s otorga la misma nota a España, Marruecos, Croacia, Letonia e Islandia, estando por encima estados como Colombia o Perú. Para mejorar aún más el porvenir, el paro vuelve a subir en septiembre en 79.645 personas, por lo que el número total de inscritos en los Servicios Públicos de Empleo supera otra vez los 4.700.000 desempleados. Además para rizar el rizo, la Seguridad Social baja el número de afiliados a 86.174, con lo que el sistema se sitúa en unos 16.809.803 afiliados, el nivel más bajo desde febrero de 2004.

A todo esto, el Gobierno Central sigue pensando sobre el momento en el que anuncie el famoso rescate, mientras continua haciendo cálculos de cuantos millones más de euros le va a regalar a la banca española, la única empresa próspera en esta crisis generada. Y como también interesa ante la marejada que se viene encima mantener bajo el ala a los medios de comunicación y a los comunicadores, el Gobierno se ha entregado presuntamente a una serie de purgas estratégicas de diversos periodistas no afines al régimen, influyendo en las instituciones y en las presuntas dimisiones, ceses y renovaciones de puestos, entre los que están los investigadores de tramas tan famosas como los casos “Gürtel” o “Nóos”. En tal sentido – según informa la Cadena Ser ? desde el Gobierno se ha destituido a seis inspectores de Hacienda de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude de la Agencia Tributaria ( ONIF), precisamente los que se encargaron de investigar estas tramas en las que estaban implicados altos cargos del PP o el yerno del Rey, imputado por presuntos desvíos de fondos públicos a una red empresarial. Eso sí, según el juez de este caso, la Infanta no tiene nada que ver con estos temas, ni está imputada ni debe declarar, como algún que otro aforado más… faltaría más. Esto de la proyección política y el mecenazgo de los medios de comunicación escrita está a la orden del día, y la podemos ver también presuntamente aquí, entre periódicos de gran tirada comarcal y el gobierno local, ensalzando lo que “interesa” y acallando lo que pueda contradecir la realidad que se quiere vender, aunque lo que se diga sea la pura verdad.

Y si los medios de comunicación pierden su libertad y se prestan al mejor postor, que suele ser siempre el que manda, que podemos decir del poder judicial, diezmado por los recortes y saturado por un mar de pleitos y un creciente caos administrativo. La crónica judicial está sembrada de juicios mediáticos como el del Caso “Bretón”, que podría haberse ventilado hace tiempo y que aún sigue dándole vueltas a los huesecitos de los niños como prueba incriminatoria principal. Si no se ponen de acuerdo con la evidencia de lo evidente, qué decir con otros casos como el conato del Caso “Malaya” que aún colea y debería recibir sentencias ejemplarizantes. Sólo tienen que ver la jeta de ese Julián Muñoz y a esa apesadumbrada Isabel Pantoja. Mucha declaración, mucha tele, mucho cuento, pero el dinero ya no va a aparecer, como el prófugo Carlos Fernández, ex edil del PA por Marbella. Y para colmo, como si de un esperpento valleinclaniano se tratara, qué decir de la reciente sentencia de un juzgado valenciano de Violencia de Género que ha condenado a un mes de multa a un hombre denunciado por su ex pareja por soltar una “ruidosa ventosidad” en el transcurso de una discusión que ambos mantenían. En su resolución, el titular del juzgado consideraba que los hechos enjuiciados constituían una actitud de menosprecio que lesionó la dignidad de la denunciante, además de menoscabar su autoestima y honor. Habrá pues que incorporar la incontinencia gaseosa al largo catálogo de acciones punibles por las que los varones pueden ser denunciados por sus esposas. En fin, ni un pedo se puede tirar uno, que es más probable que te condenen por eso, que por mangar millones a espuertas. Esto de la denuncia por la ventosidad, que la vayan teniendo presente todos los que sufran de aerofagia y también porque no el Gobierno local del PA – tan habido de denuncias -, ya que no hace falta denunciar sólo al que utiliza la boca para opinar o al que usa sus manos para trabajar, que también pueden hacer lo mismo con el que usa el culo para peerse. Miren que gran estrategia política y que brillante idea les facilito gratis, que de esta forma pueden tener controlados todos los frentes, el delantero y el trasero, por si acaso.

Como colofón de esta alocada actualidad, donde se mezclan los odios locales judicializados y las “grandes gestiones” nacionales y patrias, con todo lo que está lloviendo, van los catalanes y lanzan el órdago separatista. Eso sí, antes de hablar de independencia, los consejeros del Gobierno catalán proponen un plebiscito independentista y exigen más de 5000 millones al Estado Central, es decir, España – según ellos. Muestra de ese socaire independentista fue la manifestación del pasado día once de septiembre, a propósito de la llamada “Diada de Catalunya”, donde muchos contaron más de un millón de personas y otros contaron menos. De todas las formas, las cifras es lo de menos, esa reivindicación no deja de ser un sainete que se viene cantando desde la República Española y que ahora se viene a utilizar para disfrazar la mala gestión que el Gobierno de Artur Mas está llevando a cabo en Cataluña. A mar revuelta, ganancia de pescadores, y en esto los catalanes de pro son expertos. Sólo hay que ver lo diversa y heterogénea que era la manifestación y la cantidad de “nous catalans” que allí se concentraban; como muestra un botón, allí había catalanes de “raza pura” como el grupo que encabeza este artículo, un grupo sijs nacionalizado, catalanes de pura cepa, que pedían con sus pancartas la independencia de España. En fin de risa, aunque estas parodias engendran revueltas y disturbios.

Si analizan el contexto y ven más allá de sus narices, es lamentable y patético como “politicuchos de tres al cuarto”, a través de artificiosos sentimientos “patrióticos” y nacionalistas, caigan en la demagogia fácil y alimenten radicalismos y xenofobias entre un pueblo catalán desesperado por el azote de la crisis. Ya se han olvidando que son muchos los andaluces y extremeños que levantaron la economía de aquellas regiones, han olvidando a caso que Cataluña es un territorio más de esta nuestra España… que pronto se olvida todo.

 

Noticias de la Villa y su empresa editora Publimarkplus, S.L., no se hacen responsables de las opiniones realizadas por sus colaboradores, ni tiene porqué compartirlas necesariamente.

Noticias relacionadas

 
09 noviembre 2025 | Gonzalo Suarez Garcia
La verdad sobre la melatonina: ni milagrosa, ni peligrosa
 
09 noviembre 2025 | Patricio González García
Cuando el sabio señala la luna…
 
06 noviembre 2025 | Rafael Oliva
¿Qué es privatizar?
 
31 octubre 2025 | Patricio González García
Descansen en paz