Construida a finales del siglo XIX, en la línea de ferrocarril de Bobadilla a Algeciras, a pesar del abandono en que se encuentra, todavía conserva una inigualable estampa romántica, con peculiares elementos de una época que se resiste a desaparecer frente a las innovaciones ferroviarias.
Sentado en su anden cubierto nos podemos imaginar aún como era hasta hace poco tiempo, con cierto aire arquitectónico anglosajón, pero sin perder el tipismo y colorido de Andalucía, que se hacía patente a través de sus frondosas y floridas jardineras o macetas.
Incluso podemos evocar al jefe de estación mirando las largas manecillas del reloj de pared y tocando el silbato paras autorizar la salida del maquinista. Locomotoras de antaño que a su paso impregnaban el aire de minúsculas particular de carbonilla o llenaban el ambiente de denso vapor. Bulliciosos pasajeros, comerciantes, tratantes, señoritos, contrabandistas… Vagones llenos de carbón, corcho, leña, ganado, e incluso algún que otro alijo de tabaco o tejidos de Gibraltar…
Una típica estampa para apearnos en esta vieja Estación y poner fin a este itinerario artísticos por el que hemos viajado de la mano de Antonio Álvarez Vázquez. Ojalá pronto podamos realizar un nuevo viaje a través de sus entrañables dibujos.
© Dibujos: Antonio Álvarez Vázquez
© Texto: Manuel Álvarez Vázquez