En Málaga firmó una obra cumbre, la faena artística de la feria; en El Burgo de Osma confirmó su ambición con un triunfo grande; y en Dax redondeó una actuación de primer nivel. Más allá del toreo, lo admirable es el gesto: vestirse de luces en plena convalecencia, asumir el dolor y cumplir con la entrega que exige esta profesión.
Como culmen del mes de agosto, firmó un fin de semana apoteósico: tres orejas a la muy seria y exigente corrida de Adolfo Martín en Daimiel, donde se echó la tarde a cuestas, y cuatro orejas en Ejea de los Caballeros, rubricando así una doble gesta que lo confirma en estado de gracia.
Es por premisas como estas, por las que el torero gaditano se ha convertido en uno de los nombres más importantes de la temporada 2025.
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