La tarde de ayer, sábado 11 de octubre de 2025, Los Barrios vivió una jornada llena de afecto, complicidad y mucho arte con el homenaje a Domingo Mariscal Rivera, celebrado en el Edificio Pósito. El acto, que se desarrolló en un tono distendido y familiar, reunió a amigos, compañeros y admiradores del investigador, divulgador y maestro de los helechos, que disfrutaron de un encuentro repleto de emociones, humor y recuerdos compartidos.
Presentada la gala por JuanLu Gonzáles, amigo y compañero del homenajeado, el alcalde de Los Barrios, Miguel Fermín Alconchel, abrió el evento con palabras de cariño y reconocimiento hacia Mariscal, destacando su “enorme contribución a la cultura local y al medioambiente y su eterna sonrisa, capaz de iluminar cualquier escenario”. Alconchel le entregó una escultura de la Montera del Torero como recuerdo del acto.

El homenaje incluyó un reconocimiento especial de Juanma Fornell, director del Parque Natural Los Alcornocales, y una proyección audiovisual sobre el parque, acompañada por música en directo de José Cabral, de La Banda Morisca, que aportó un toque mágico y evocador al ambiente. Fornell entrego a Mariscal una escultura representado un psilotum nudum, tan característico del parque natural.
También participaron Ramón Alvarado, en representación del Grupo Helechos y AMAYA, y Fernando Mariscal, hermano, en representación de la familia del homenajeado, que emocionó a los presentes con unas palabras llenas de cercanía y sentido del humor. Fernando tuvo palabras hacia sus padres, manifestando el sacrificio que habían realizado renunciado a muchas cosas para poder darles una formación a sus tres hijos, como anécdota evocó como a Domingo “el deporte no era su fuerte, cuando lo ponían de portero terminando sentado en la piedra, que hacia de portería, leyendo un libro o como de pequeño se iba a lo de Mario (tienda muy conocida en Los Barrios) a mirar como tocaba la guitarra aprendiéndose de memoria los acordes, así fue como aprendió a tocar la guitarra”.
El público disfrutó, además, de un emotivo audio dedicado por Sor María José, hermana Terciaria del Rebaño de María e hija predilecta de la villa, quien recordó la valiosa labor educativa y cultural desarrollada por Mariscal.
El apartado dedicado a su trayectoria en el ámbito de la educación estuvo a cargo de Rafael Fenoy, quien expuso el importante trabajo que se realizó en el colegio de Palmones. La velada continuó con la actuación musical de María del Carmen Camacho, de la Escuela de Música, que aportó un toque artístico al homenaje.
El acto culminó con la intervención de Margarita García Díaz, en representación del Área de Patrimonio Histórico, seguida de una entrañable actuación final de Laura y Ana, hija y sobrina, respectivamente, del homenajeado. Junto al propio Domingo, interpretaron una nana de Zanona, canción que solía cantar la madre de Mariscal y que ha sido transmitida de generación en generación, poniendo así un broche de ternura y alegría al emotivo homenaje.El evento, más que un homenaje formal, se convirtió en un encuentro entre amigos y amigas, donde se mezclaron risas, anécdotas y alguna que otra lágrima de emoción. Domingo Mariscal, visiblemente emocionado, agradeció las muestras de cariño y aseguró sentirse “afortunado por haber compartido tanto arte y amistad en su pueblo”.