Cuando el sabio señala la luna…

El idiota sólo se fija en el dedo.

Esto es lo que nos ocurre. El Pleno de la Eurocámara ha ratificado el incluir a los dos corredores ferroviarios que partirán de Algeciras, el Mediterráneo y el Atlántico, en la lista de proyectos prioritarios de la red transeuropeas de transportes. Esto significa que ambos proyectos van a recibir financiación europea a través del programa conectar Europa, que cuenta con un presupuesto de 29.300 millones de euros para el periodo 2014-2020. Y es que estamos en el 2025.

El primer proyecto específico que se cita en el Corredor Mediterráneo es la conexión ferroviaria entre Algeciras y Madrid de la que forma parte el enlace ferroviario Algeciras-Bobadilla.

Por otro lado, Maersk ha depositado la confianza en nuestro puerto con las escalas de los mega-portacontenedores.

Todo el mundo lo tiene claro menos nosotros mismos y es que  el Gobierno atiende al enlace Algeciras-Bobadilla en su tramo Algeciras-Almoraima con solo 50 millones de euros previstos  mientras que la parte del león se la llevan el Levante  y Cataluña.

Resulta lamentable que desde fuera se está apostando de manera concluyente mientras aquí seguimos con las dudas sobre esta realidad que no es otra que la de ser el primer puerto de España y el primer polígono industrial de Andalucía.

¡Ojo! Pero aquí han tenido una idea genial que va a romper los moldes de todas las directivas europeas.

Aquí seguiremos teniendo el Altaria de las narices, Algeciras-Madrid. Ese cacharro viejo y que tarda casi seis horas en llegar hasta la capital de España cuando no se avería que es casi a diario. Aquí seguiremos con la estación fantasma del kilómetro cero del Corredor Mediterráneo. Aquí seguiremos con una estación de San Roque hasta la bandera de chatarra que se divisa desde la carretera a Castellar. Pero, desde luego, lo que no van a tener en ningún corredor, ni en Levante ni en Cataluña, son los polvorones de estepa que va a llevar nuestro cacharro ferroviario hasta Madrid. Esa es la campaña que se ha anunciado por Renfe para estas navidades. Y lo ha hecho bien porque se tarda tanto en llegar a Madrid que dará tiempo hartarse de polvorones.

Cuando el sabio señala la luna… el idiota sólo se fija en el dedo.

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