MENUDENCIAS BARREÑAS

Benarax, veinte años después

Resumir lo que fue Benarax es una tarea que podría interesar no solo a quienes fueron sus asiduos lectores. También a quienes no tuvieron ocasión de serlo y desconocen lo que supuso para la divulgación de la historia local de Los Barrios.


A finales de 2023 se cumplieron 20 años, desde que dejé de editar la pequeña y modesta revista titulada Benarax. Cuadernos de Estudios sobre Los Barrios y Campo de Gibraltar y aún son muchos los que mantienen su recuerdo nostálgico. Comenzó su difusión en febrero de 1993 y continuó puntual cada trimestre hasta completar los 44 números publicados en poco más de una década (1993-2003). Al principio con 20 páginas, ampliadas luego a 24 (1996). Todas autoeditadas en Málaga con su registro de Depósito Legal y número de ISNN.

Benarax surgió por un compromiso personal en mi discurso de toma de posesión como cronista oficial de Los Barrios (1992), donde, entre otros proyectos, anuncié que impulsaría una revista de historia local. La aparición trimestral de cada número de Benarax coincidía con las fechas que mi actividad docente en Málaga me permitía regresar varios días al pueblo para facilitar su oportuno reparto.

La Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Los Barrios quiso sufragar totalmente la publicación, pero pensé que Benarax debía ser autosuficiente para asegurar así su continuidad económica y funcionamiento independiente de la institución municipal y del partido político que la gobernase. Por eso, atendiendo a la demanda efectiva que recibió, los ejemplares publicados cada trimestre se redujeron a 250, de los que la suscripción municipal solo sería de 100 ejemplares, otros 100 reservados para posibles suscripciones particulares y los 50 restantes para reponer y completar futuras suscripciones, distribuirlos gratis entre los asiduos colaboradores y varios familiares o amigos. Así como un reducido número de venta libre en algunos kioscos. Se distribuían, unas enviadas por correo, otras incluso entregadas en mano. En el nº 13 de Benarax (1996) se incluye un listado nominal de tales suscripciones.

Muchos de los colaboradores, amigos y lectores que seguían con cierto entusiasmo la aparición trimestral de Benarax, conocían las modestas intenciones de la revista, según se exponía en un breve ideario, indicado primero en la contraportada inicial y luego refundido y más completo en la contraportada final a partir del nº 14 (1996).

Allí se decía que Benarax era una pequeña y modesta publicación trimestral para promover el conocimiento histórico de Los Barrios y su municipio campogibraltareño, que pretendía ser un punto de diálogo o encuentro para quienes compartíamos esa afición. Su contenido sería sobre algún tema histórico local, divulgado de modo sencillo: sucesos, leyendas, tradiciones, festejos, costumbres, edificios, paisajes, personajes históricos o populares, etc.

Todos los trabajos presentados en tal sentido serían publicados, siempre que tuviesen una exposición adecuada. Desde autores ya especializados en el estudio histórico hasta los meros aficionados que comenzaban a adentrarse en esa tarea. El contenido de cada número de Benarax respondía a un esquema fijo. El editorial inicial era un contacto directo y dialogante con cada lector, mostrando las particularidades de cada nuevo número, reservando las dos páginas centrales para un poema relacionado con Los Barrios o Campo de Gibraltar junto a un dibujo inédito de neta referencia barreña. El dibujo enmarcado de la portada siempre sería de referencia gibraltareña. En la portada trasera se repetía un logotipo o enseña simbólica.

Entre quienes que publicaron sus trabajos en Benarax, debo destacar, por su continuada colaboración, a mi hermano Antonio con sus dibujos locales o a nuestro ilustre rapsoda Isidro Gómez, que tan ilusionado inauguró la página de poemas que continuaría con otros autores como Pepy G. Clavijo o Pepe Pol, entre otros. Así mismo debo destacar las series de artículos con contenido etnológico o cultural de Juan Montedeoca Rosado o Guillermo García Jiménez.

En cuanto a los trabajos de contenido histórico, con independencia de los que escribí personalmente, debo decir que fue una satisfacción contar con la generosa colaboración de autores veteranos de cierto prestigio comarcal como Martín Bueno Lozano y Carlos Posac Mon. También Darío Bernal Casasola, que entonces comenzaba su joven docencia en la Universidad de Cádiz. Ellos compaginaron sus trabajos con otros colegas y amigos como José Riquelme Sánchez, Juan Ignacio de Vicente Lara, José Regueira Ramos, Ángel Sáez Rodríguez, Domingo Mariscal Rivera o Ramón Chamizo de la Rubia, entre otros.

Pero pocos conocen los “entresijos” de Benarax, más allá de mi íntimo núcleo familiar. En más de una ocasión, los trabajos ajenos no llegaron a tiempo y debí sustituirlos con alguno mío en apenas una semana hasta encajar la maquetación definitiva, con el consiguiente retraso para su impresión comercial, teniendo entonces que plegar, grapar y recortar los bordes de cada ejemplar personalmente, antes de regresar a Los Barrios para su distribución.

Menos conocen algunos “secretos” de Benarax, como la razón de su nombre, el formato y diseño similar a algún cuaderno escolar de mediados del siglo XX, el simbólico logotipo de su portada final, la identidad de algún seudónimo o las causas por las que se dejó de editar, que quizá deba explicar en otra ocasión.

Sin duda, Benarax, a pesar de su imperfecta presentación inicial, algo mejoró su tipografía y, por su contenido, se ganó el respeto y la estima de los interesados por la historia local de Los Barrios, cuya consulta se hizo imprescindible al respecto. Por ello, atendiendo a continuas peticiones, pronto las reproduciré como facsímil digital en internet, precedidas de un índice general de autores y trabajos publicados, para así facilitar su libre y gratuita consulta.

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