Es una casa señorial de finales del siglo XVIII, a la que se le incorporó a mediados de este siglo un parasol o guardapolvo sobre su balconada, así como un almenado calado en su azotea y torreón que le dan su peculiar atractivo exterior. En su fachada principal destaca el amplio y elegante portal.
La tradición popular dice que fue construida por los mismos albañiles que la Iglesia y que sirvió de alojamiento y cuartel general a las autoridades militares establecidas en la población durante el Gran Sitio de Gibraltar. En ella, según parece, el general Severiano Martínez Anido tuvo una reunión preparatoria del golpe de Estado de septiembre de 1923.
Sus últimos propietarios son los herederos de la familia Urrutia Gómez. A finales del siglo XIX fue patrimonio de los Gómez Pecino y antes quizá de los Pecino Tocón. En los tiempos que evoca el autor de los dibujos esta casa señorial como ninguna otra alimentó su fantasía infantil.
© Dibujos: Antonio Álvarez Vázquez
© Texto: Manuel Álvarez Vázquez