Redacción | Algeciras
Miguel Ángel, un Vigilante de Algeciras, que durante años prestó servicios como escolta privado en el norte de España y que como otros muchos compañeros del gremio, se quedo sin trabajo tras la tregua de ETA, esperaba como agua de mayo la promesa del Ministerio de Interior, de recolocarlos en los nuevos puestos de trabajo que se crearían para los vigilantes de seguridad en algunas cárceles de territorio nacional.
Tras meses de espera, la promesa se hizo realidad y el Ministerio del Interior adjudico los servicios de estas cárceles a las empresas de seguridad que tenían escoltas activos en el norte de la península, requisito imprescindible para todas estas empresas, dar prioridad en estos puestos de trabajo a los escoltas que se quedaron en paro después del alto el fuego de ETA.
Sabico, no sólo no ha cumplido este requisito impuesto por el Ministerio del Interior, si no que ni tan siquiera se ha dignado en realizar la entrevista a este compañero, en desempleo desde que vino del Norte, con el agravante de que se tiene constancia que las incorporaciones de Sabico, son de Vigilantes de Seguridad que no cumplen este requisito fundamental y que en la gran mayoría ni tan siquiera tiene experiencia suficiente en el sector.
Desde CCOO entendemos que mucha culpa de esta situación generada la tiene la Administración competente, siendo está la que tendría que gestionar y controlar que la empresas adjudicatarias de estos servicios cumplan a raja tabla los requisitos pactados y que la prioridad como prometieron sean para los compañeros escoltas que se quedaron en la calle tras el alto al fuego.
Este sindicato ha mostrado su solidaridad con este trabajador y con el otro compañero que se ha unido a la protesta.
