SOBRE NUESTRA VIDA

¿Cuál es tu misión?


>
 

… es la pregunta que me hicieron recientemente en una formación para empresarios. ¡La tengo clarísima!, fue mi primer pensamiento. Y a continuación me vi torpemente expresando lo que “tenía tan claro”. La claridad, me dice mi formador, es lo primero.

Con una sensación tremenda de confusión en los siguientes días, me fui a pasear, y a pensar…

Si es difícil lograr claridad con lo que uno y desea, más aún cuesta definir en pocas palabras “la misión” que uno tiene. –¡Pero YO lo tengo clarísimo!–, me dije. ¿Cómo es que no puedo expresarlo?

Cuando me hablan a la mente pura, a la razón, o dicho neurocientíficamente: al cortex frontal, es mi mente pensante que busca una respuesta. O sea, busco respuestas en el pensamiento. No obstante, hay respuestas que no vienen de la mente pensante humana, sino de otro nivel de consciencia.

–Ya te estás poniendo metafísica, Veronika. Venga, vamos a quedarnos con los pies en el suelo.–, me dirías quizás.

Es curioso. Para descubrir ese “otro nivel de consciencia”, lo que propongo es concretamente arraigarnos en el suelo. “Los pies en la tierra” es lo que considero clave para poder salir de la limitación de nuestra mente pensante, racional, humana. Pero para mí “los pies en la tierra” no significa creerme lo que dicen generalmente en la sociedad, lo que “hay que hacer”.

Nuevamente he de constatar: la palabra es torpe para expresar lo que ocurre en esa otra dimensión, “La Consciencia”. Todos tenemos acceso a ella, no hace falta estudiar o ser especialmente inteligente para poder conectar con ella.

–¿Por qué entonces es tan difícil estar en La Consciencia?–, me preguntarás. Sinceramente, no lo sé. Lo que observo es que generalmente los seres humanos se sienten más seguros con lo conocido. Los refranes dicen: ‘virgencita déjame donde estoy ‘y ‘más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer.’ – ¡Lo MALO conocido!!!

¿No es tremendo lo que hacemos, los humanos? Elegimos estar MAL con tal de no aventurarnos en nuevas esferas, nuevos mundos, espacios, experiencias, sensaciones. Esta apertura a la “aventura” nos llevaría, al final, insisto, al final final del proceso, a nuevos pensamientos. Pero primero es necesario aventurarse a llegar a esa otra dimensión, La Consciencia.

La primera causa de la dificultad de estar en La Consciencia: miedo. Miedo a lo desconocido. Al cambio. Todo eso es comprensible. De hecho, el miedo persistirá mientras no sueltes.

–¿Cómo? ¿Soltar qué?

Visualiza la idea del soltar. Visualiza tirarte al vacío, como en la caída libre. Visualiza que dejas de aferrarte a ideas, empezando por soltar la definición que haces de tí.

–¿Quien soy?–, te preguntas infinidad de veces. Y te defines: soy guapo, inteligente, fuerte, amable… Sufres porque cada pequeña caída parece contradecir tu autodefinición. Entonces viene la idea del fracaso, y por consiguiente la crisis. Empiezas a dudar de tí y de todo, a entrar en ansiedad, hiperactividad, hábitos destructivos como puede ser fumar o beber, o bien a abandonarte, encerrarte en tu cuarto oscuro, o simplemente caes enfermo.–Me habré resfriado–, dirás, o –será un virus.

Te invito a una meditación para aprender a soltar. Aunque sea un virus, o una contractura, aunque tengas miles de explicaciones por tu estado de malestar: prueba soltar cada una de esas explicaciones. Déjalo ir. Para ello, deja de usar la mente racional. Imagina que la actividad cerebral que sale del interior de tu cabeza se va apagando durante un viaje a otra esfera. Siéntate cómodamente y relaja todos tus músculos. Respira y deja ir las tensiones, los pensamientos. Visualiza la caída libre. Suelta todo.

. . . . . . . . .

¿Lo has hecho? O al menos, ¿lo has imaginado? Este es otro lugar, otra dimensión donde, una vez llegado, puedes preguntarte: ¿Cuál es mi misión? La respuesta será otra.

Con los pies en la tierra, sintiendo, conectado con La Consciencia, puedes ver hacia dónde vas, y hacia dónde quieres ir. Y ahí aparece cuál es tu verdadera misión. Hacer lo que realmente has venido a hacer es igual a ser feliz. Aunque claro, desde la mente racional, la felicidad no existe.

¿Cuál es tu felicidad? ¿Cuál es tu misión?

Noticias de la Villa y su empresa editora Publimarkplus, S.L., no se hacen responsables de las opiniones realizadas por sus colaboradores, ni tiene porqué compartirlas necesariamente.

Noticias relacionadas

 
12 mayo 2024 | Rafael Fenoy Rico
Y la mujer dejó de parir
 
12 mayo 2024 | Patricio González García
La cutrez de Eurovisión
 
12 mayo 2024 | José Antonio Hernández Guerrero
El empacho informativo
 
08 mayo 2024 | José Antonio Hernández Guerrero
El trabajo como símbolo