El fondo, el más hondo de los vacíos;
el marco, un intenso silencio
¡Cuanto a mis ojos daña!
¡Cuánto lacera mi sensible alma!
Y, ahogado dentro de mi pecho el grito
y la pena terrible de vivir un tiempo tan maldito,
viendo como languidecen los días
como mueren las vidas
y la mía, ah, la mía!!, esa clavada
y fija en la cruz de piedra de la casa,
cual flor sin color
mustia por el gran miedo y el terrible dolor.
Solamente me queda una ventana de ilusión
pues la única puerta está cerrada con el candado
del que yo soy carcelero y el preso torturado.
Ese sicario, caballo de Lucifer corre, trota
pisoteando todo lo que en su cabalgada mortal encuentra, en esa marcha loca,
que a las vidas paraliza.
Ni llorar nos deja por los que cruelmente derriba.
Bestia monstruosa, del bello circo del existir has hecho
drama y tragedia, alejando de nosotros la risa que ya no sabemos
ni como era porque te has adueñado de la única que puede devolverla,
la salud, que tú, infame virus, no la secuestras.
Siendo tan pequeño cuánto daño y luto
vas esparciendo por los pueblos del mundo!!
¡Cuánto odias al ser humano!!
Vil y antisocial coronavirus eres el peor entre los malos
pero, cruel enemigo, yo te digo
que este dantesco cuadro será roto y partido
por el antídoto que te aniquilará;
pues en toda película gana el bueno y has de saber, fiero animal
que volverás a la jaula serás domesticado
y te arrepentirás de haber sido tan malo,
pero ya será tarde porque te tendremos atado, salvaje potro,
con la cuerda del más férreo control.
Pero lo que siempre me dolerá es que para domarte
hayan muerto tantas y tantas vidas y los campos productivos sean arenales
que tenemos que volver a sembrar
con la confianza y la ilusión de que pronto veremos fructificar;
lo que ese cimarrón y extraño potro
pisoteó levantando nubes de polvo
que parecía densa humareda de este dantesco cuadro terrible
que tú, fiera, habías convertido nuestro vivir que era grato y firme
y ahora es un nuevo nacer, ensayos, tanteos
y esos miedos a todo lo que antes era normal como dar un beso,
un abrazo a quien está a nuestro lado
y tú pusiste distancia y trato receloso y alejado
pero poco a poco
volverá lo que nos pertenece a todos.
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