El derecho a la salud de millones de personas está cada vez más amenazado por todo el mundo. Los desastres y las enfermedades acechan amenazadoramente como las principales causas de muerte y discapacidad.
Por un lado, cabe hacer mención a los conflictos armados que malogran vidas y dejan un reguero de muerte, dolor, hambre y desasosiego psicológico. La situación de la salud en los actuales conflictos armados es alarmante. Los recursos se desvían hacia la guerra y la emergencia, dejando de invertir en servicios sanitarios. La destrucción de los sistemas sanitarios afecta a millones de personas, como es el caso de Palestina, Ucrania o Yemen, entre otros. Especialmente dramática es la situación en Gaza donde las instalaciones hospitalarias, estructuras amparadas por el derecho internacional humanitario y que se considera que gozan de especial protección, han sido objeto de continuos ataques por parte de Israel y prácticamente han sido destruidos todos los hospitales de la zona. Israel, en su condición de potencia ocupante, tiene el deber de velar por la preservación de las instalaciones y los servicios médicos en todo el territorio ocupado, comprendida la Franja de Gaza.
Por otro lado, hay que destacar que la quema de combustibles fósiles azuza la crisis climática y a la vez nos arrebata el derecho a respirar aire limpio, y la contaminación del aire en espacios cerrados y en el exterior se cobra una vida cada cinco segundos. Un problema especialmente grave en la comarca del Campo de Gibraltar donde diversos estudios (informe de salud) señalan elevados niveles de contaminantes principalmente el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno y partículas, como las PM10y las PM2,5. Estas siglas hacen referencia a las partículas inferiores a 10 y a 2,5 micras. Las más pequeñas, las PM2,5, son las que más riesgo tienen para la salud, ya que penetran con mayor facilidad en el organismo. Otro informe Diagnóstico de la situación ambiental del entorno del Campo de Gibraltar elaborado por el CSIC, establece que la principal partícula de las PM10 son las de níquel, un elemento emitido principalmente por la planta metalúrgica de Acerinox y altamente cancerígeno.
Según el Consejo de la OMS sobre los Aspectos Económicos de la Salud para Todos, al menos 140 países reconocen la salud como un derecho humano en su constitución. Sin embargo, ninguno de ellos promulga ni aplica leyes que garanticen a sus poblaciones el derecho a acceder a los servicios de salud. Ello explica que al menos 4500 millones de personas —más de la mitad de la población mundial — no estuvieran plenamente cubiertas por servicios de salud esenciales en 2021.
Para hacer frente a desafíos de este tipo, el lema del Día Mundial de la Salud para este 2024 es «Mi salud, mi derecho». Este lema se eligió para defender el derecho de todas las personas, dondequiera que estén, a tener acceso a servicios de salud, a educación y a información de calidad, así como a agua potable, aire limpio, buena alimentación, vivienda de calidad, condiciones laborales y ambientales decentes, y a no ser discriminadas.
En el programa de radio, Voces Glocales, contará con la participación de Concepción Cruz Rojo, profesora de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Sevilla, cuya actividad investigadora se ha centrado en los problemas de salud en las poblaciones y sus determinantes desde un enfoque materialista y dialéctico. Ha sido epidemióloga y coordinadora de programas de salud iniciando e impulsando la implantación de programas como el de vacunación infantil y escolar, de detección precoz del cáncer de mama o del control de la tuberculosis en el área de la Bahía de Cádiz y de la Janda.
También tendrán como invitado a Juan Carlos Ramírez, miembro de Médicos del Mundo, una asociación independiente que trabaja para hacer efectivo el derecho a la salud para todas las personas, especialmente para las poblaciones vulnerables, excluidas o víctimas de catástrofes naturales, hambrunas, enfermedades, conflictos armados o violencia política. Sus proyectos se realizan tanto en España como en 19 países de América, África, Oriente Medio y Europa. Las personas voluntarias y profesionales que forman parte de la organización tienen como principal misión trabajar para lograr el cumplimiento del derecho fundamental a la salud y el disfrute de una vida digna para cualquier persona. Y finalmente, contarán con el testimonio de Carmen Fernández, médica algecireña que narrará su experiencia como cooperante.
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