Los DIUs ( dispositivos intrauterinos) son tan antiguos como los preservativos de barrera. Los árabes colocaban tradicionalmente guijarros dentro del útero de los camellos hembras para prevenir su embarazo durante las largas jornadas a través del desierto. Las mujeres de épocas pasadas se insertaban pequeños fragmentos de madera, metal, estaño, o cristal tanto para la anticoncepción como para el aborto.
Los DIUs modernos ya existían durante casi todo el siglo pasado, pero permanecieron ignorados hasta los años cincuenta, cuando los investigadores se interesaron por el control de la población y deserrollaron una gran cantidad de anticonceptivos nuevos. Los primeros DIUs con forma de anillo, de lazo, de espiral y de muelle parecían instrumentos de torturas medievales y a veces producían un efecto similar cuando se introducían. Los dispositivos posterores, como el de Asa de Líppes, eran menos incómodos, pere presentaban los mismos problemas. Cualquier objeto extraño situado en el útero actúa como un anticonceptivo. Los objetos mayores, ofrecen una mejor anticoncepción pero también provocan más calambres y hemorragias. Los más pequeños son más cómodos, pero ofrecen menos protección.
Hace veinte años los investigadores comenzaron a añadir pequeñas cantidades de sustancias activas medicamentosas a los DIUs pequeños y encontraron que esta práctica incrementaba enormemente su poder de protección. Las dos sustancias empleados en los DIUs actuales son sales de cobre y la progesterona. Liberadas dentro del útero, estas sustancias no se detectan en la sangre.
Muy utilizados… por una razón.
Aunque pueda sorprender, los DIUs son más populares en todo el mundo que la píldora anticonceptiva.
Y no sólo esto, pues protegen contra el embarazo tan bien como la píldora y probablemente mejor. En teoría, los anticonceptivos orales ofrecen una protección completa, pero con la utilización actual, el índice de embarazos de los DIUs medicamentados es ligeramente menor.
Los efectos secundarios de los DIUs son más tolerables que los de la píldora. Es más probable que las mujeres que toman píldoras para e control de la natalidad las dejen de tomar al cabo de un año o de dos, algo que no ocurre con las que llevan un DIU.
Si lo que acabo de decir parece que los DIUs son maravillosos, permítanme asegurar que no hay que considerarlos más maravillosos que las píldoras o las barreras, aunque tampoco menos. Tienen cosas buenas y cosas malas, pero las malas se han exagerado.
Algunos pacientes creen que los DIUs provocan terribles infecciones pélvicas y esterilidad. Pero no es así.
Lo cierto en que con los DIUs aprobados sólo se corre un riesgo mayor de infección y quizá ninguno, para una mujer que sólo tenga una pareja sexual. Los auténticos problemas de los que hay que ser conscientes son el aumento del riesgo de coágulos en la sangre sí se toman anticonceptivos orales y el aumento de la posibilidad de embarazos con los anticonceptivos de barrera. No existe ningún método que sea absolutamente seguro.
Noticias de la Villa y su empresa editora Publimarkplus, S.L., no se hacen responsables de las opiniones realizadas por sus colaboradores, ni tiene porqué compartirlas necesariamente.





