Hay que advertir que junto a estos restos se están acumulando basura y desperdicios que están convirtiendo la zona en un foco de infección por la descomposición de los restos vegetales y la acumulación de basuras y restos orgánicos. Por lo que los problemas de salubridad se acrecienta con las altas temperaturas.
Así, señalan que los residuos vegetales y restos procedentes de la poda no tienen la consideración de residuos domésticos, por lo que no pueden ser vertidos en los contenedores domiciliarios (destinados a la mezcla de residuos municipales), ni en los de recogida selectiva.
Tampoco pueden depositarse ni abandonarse en ningún tipo de terrenos (públicos o privados)
Debido al tamaño, forma y consistencia de estos residuos (sobre todo los restos de la poda de árboles y arbustos), verterlos en un contenedor reduciría su capacidad y daría lugar a situaciones de desbordamiento, con los inconvenientes que ello conlleva (acumulación de bolsas en las aceras, malos olores, insectos, suciedad, etc.).
Además, este tipo de residuo podría provocar averías en el mecanismo compactador de los vehículos recolectores, provocando la merma del servicio y el consiguiente coste para el Ayuntamiento.
Una pronta solución sería conveniente en fechas con alto riesgo de incendios forestales, además se podría acompañar ese tipo de zonas con carteles en los que se indicara los contenedores y zonas habilitadas para ese tipo de restos vegetales.
Etiquetas: