Patricio González Gracía | Escritor y Analista
El Papa Francisco del que soy un fiel seguidor ha dicho que los divorciados no están ex comulgados, que forman parte de la Iglesia igual que el resto de los católicos.
Y lo ha dicho en una declaración pública, sin que haya habido nada de por medio, ni encíclica, ni Concilio, por lo que los divorciados nunca han estado ex comulgados, eso ha sido un invento de la parte más retrógrada de ese ente tan difuso que se conoce como Iglesia, porque díganme ¿Quién es Iglesia?, ¿El Obispo de Cádiz?, ¿Ese cura que no permitió que yo hiciera el Pregón de la Semana Santa de mi pueblo a petición del Presidente de la Junta Local de Hermandades, Manuel Delgado, porque yo era divorciado y estaba ex comulgado?, ¿Ese otro cura que intentó hacer todo lo posible porque la Virgen de la Palma no fuese Alcaldesa Perpetua porque la petición venía de mí como Alcalde?, ¿O el que paró la Medalla de Oro para Medinaceli durante diez años porque lo había aprobado yo como Alcalde?. ¿Quién es Iglesia, el cura que emparedó las imágenes en un cubículo de La Palma?.
Durante muchos años de vida pública he dado testimonio de de mi fe, pero he sido marginado por ese ente difuso, por esa hipocresía que ha cerrado las puertas de las Iglesias a la gente. Durante todo ese tiempo, he tenido también mi apoyo espiritual importantísimo. Ha sido mi amigo Pedro Gómez Mancilla, cura de La Piñera con quien he seguido con mis convicciones y sin el que habría abandonado.
Mi Iglesia, la del Papa Francisco, ha dicho que los divorciados son Iglesia, que pueden comulgar y que nunca han sido ex comulgados.
Esa es mi Iglesia, no la de Rouco Varela, no la de la hipocresía. Y no se pueden esconder bajo ese epígrafe, todos esos que han ido echando a gente de las Iglesias y cerrándole las puertas.
Conmigo lo han intentado pero no lo han conseguido. Cada día soy más cristiano pero menos Iglesia. Ya va siendo hora de echar a los mercaderes del Templo.
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