De todos los antiguos pozos de agua en Los Barrios, el Pozo de Coca construido por Tadeo de Coca en 1781 y situado en la Urbanización Mirador del Río es el que mejor se conserva y sigue teniendo un destacado valor en nuestro actual patrimonio histórico y cultural.
A principios de los años noventa del pasado siglo XX, localicé en el Archivo de la Real Chancillería de Granada un interesante pleito entre el Ayuntamiento de Los Barrios y Tadeo de Coca, propietario del pozo que lleva su nombre, donde se detalla su construcción y el uso del agua sacada del mismo, igual que se reseñan otros pozos o fuentes que habían alrededor de la población en la segunda mitad del siglo XVIII.
Pero la documentación que fui acumulando sobre Los Barrios era tan amplía que no tenía tiempo de hacerla pública de modo inmediato y minucioso. Cada documento requería cierta información complementaria y un detenido estudio antes de difundirlo. Por eso era difícil dar noticia simultánea de toda esa información que estaba conociendo.
Unos años más tarde, llamé la atención sobre el Pozo de Coca en aquella pequeña revista que edité y dirigí durante casi una década bajo el título de Benarax. Cuadernos de estudios sobre Los Barrios y Campo de Gibraltar (1992-2003), que despertó cierto interés entre sus lectores, ávidos de conocer el pasado de nuestro pueblo.
En concreto fue mediante un dibujo de ese pozo que sugerí a mi hermano Antonio Álvarez Vázquez que lo hizo en uno de aquellos cuadernos (Benarax, nº 11, 1995, p. 11), dentro de un proyecto personal que pretendía realizar un catálogo gráfico lo más completo posible de todos los principales edificios y motivos singulares del patrimonio arquitectónico de Los Barrios, al que luego acompañaría un amplio comentario histórico mío de cada uno de esos dibujos.
Pero la publicación de esos dibujos de mi hermano se realizó antes de lo previsto y de estar concluida la serie que yo pretendía, porque el Ayuntamiento de Los Barrios se los editó en una carpeta de láminas bajo el título de Los Barrios. Añoranzas del ayer (Dibujos) (1993), que se complementó con una breve presentación mía de las láminas en un itinerario simulado. Lo que entonces dije del Pozo de Coca era lo siguiente:
“POZO DE COCA: A la salida del pueblo, en la actual urbanización de los Miradores del Río, hay un coqueto y romántico pozo cubierto por una cúpula sobre cuatro pilares, que fue construido en 1781 por Francisco de Coca [sic.], para aprovechar mejor un manantial que había en las tierras y viñas que tenía arrendadas al marqués de Santa Cruz, quien las poseía en calidad de antiguo alcaide de la fortaleza de Gibraltar. La pretendida propiedad del pozo por parte de Tadeo de Coca, hijo del anterior, ocasionó un largo pleito con el Ayuntamiento que defendía su servidumbre pública, que duró desde finales del siglo XVIII hasta principios del XIX. De dicho pozo se obtenía el agua potable más codiciada de Los Barrios por su finura y sabor. Pero a mediados del siglo XIX entra en competencia con la fuente instalada junto al edificio de la Caridad, de la que manaba agua de un manantial de la Sierra, más allá del río Palmones. Recuperando su primacía años más tarde, cuando a principios del siglo XX se malogró la tubería de aquella primera conducción de agua corriente en Los Barrios, que ya no sería subsanada con otra nueva tubería hasta 1956. El Pozo de Coca debió ser testigo mudo de no pocos galanteos y citas de enamorados, aprovechando como pretexto la recogida de un cántaro de agua para la casa, como en más de una ocasión se pudo entrever en nuestra niñez y adolescencia, igual que Antonio Álvarez.”
En ese precipitado resumen había una confusión o error al atribuir la construcción del pozo, no a Tadeo de Coca, sino a su padre Francisco de Coca, colono anterior de dicha hacienda que junto a otras alrededor de Los Barrios constituían la llamada Alcaidía.
En las II Jornadas de Etnología y Cultura Popular del Campo de Gibraltar (Algeciras, 29-marzo-2025), he presentado una comunicación titulada “Agua manante vs. agua de sangre. Pozos y fuentes de Los Barrios en el siglo XVIII”, que dedico a Juan Ignacio de Vicente Lara in memoriam, donde tiene protagonismo el Pozo de Coca y cuyo contenido se leerá cuando lo publique la revista Almoraima, editada por el Instituto de Estudios Campogibraltareños.
En ella, sin agotar el contenido completo de dicho pleito que reservo para una posterior ocasión, sí doy un extenso comentario sobre los pozos barreños de aquella época, basado en la información aportada por dicho litigio granadino que incluye un boceto dibujado de ellos, que sería el croquis o plano más antiguo de Los Barrios localizado hasta ahora.
Ahí analizo, desde una perspectiva etnológica, cómo era el acuífero disponible y los pozos principales que habían alrededor de la población en el siglo XVIII y doy algunos detalles de la arquitectura del agua en su época, explicando cómo hallar entonces el lugar idóneo para hacer un pozo, la excavación del terreno y la obra final del mismo, igual que el mantenimiento posterior, reseñando la tipología de pozos que existían, igual que los útiles usados para sacar agua, así como el uso de ella existente en aquel tiempo.
En otro apartado describo la legislación existente y la propiedad del agua, puesto que el motivo de dicho pleito entre el Ayuntamiento de Los Barrios y Tadeo de Coca fue porque éste último, que mandó construir el pozo que lleva su nombre sobre un antiguo surgidero de agua existente en su hacienda, después de permitir un acceso gratuito, pretendía establecer un precio determinado a los aguadores y particulares que accediesen al agua del mismo, a lo que se oponía la institución municipal por entender que aquel surgidero derivaba de un terreno público más arriba y por lo tanto el acceso al mismo debía ser gratuito.
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