Gely Ariza, nuestra primera directora, se nos jubila

Hay tres tipos de profesores, los que nunca se mueven, los que piensan que deberían moverse, y los que se mueven. Gely ha militado es este último grupo, al menos desde que la conozco, que ya son varios años. Siempre ideando, innovando, abierta a todas las iniciativas, participando en ellas, proponiéndolas.

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Como todos los profesores, creo que la Consejería de Educación lo hace para que veamos otras realidades más lejanas, en su periplo como docente se ha recorrido bastantes lugares. Después de pasar por la sierra norte de Cádiz, Olvera y Setenil, llegaría a los colegios de nuestro pueblo, los conoció a casi todos; San Isidro, Luis Lamadrid y Maestro Don Juan González. Como muchos maestros, por la reforma educativa, La LOGSE, paso a nuestro centro, inaugurándolo y poniendo los cimientos de este ilusionante proyecto en el que estamos implicados tantos.

Fue la primera directora de nuestro centro, por lo que ha permanecido en la comunidad educativa del IES Carlos Cano desde sus inicios, desde el año 2000, con muy breves interrupciones, como el poco menos de un año entre 2009 y 2010, en que fue la primera alcaldesa de Los Barrios y del Campo de Gibraltar, aunque estuvo de concejala desde 2007. Pudo ser una gran alcaldesa, pero la coyuntura política del momento no le puso las cosas fáciles. Perdimos, por el azar de las cosas, una alcaldesa y ganamos una gran profesora en nuestro centro.
Madrileña de familia barreña, nunca perdió el acento, ese acento a medio camino, que en Los Barrios la hacía un poco madrileña y en Madrid un poco andaluza.

Testigo, como pocas, del devenir de esta profesión-vocación, ha visto el paso de siglas de las distintas reformas educativas, la LGE, la LOECE, La LODE, la LOGSE, la LOE, La LOMCE, y le ha dado tiempo hasta de aplicar también la LOMLOE.

Nos ha enseñado que la vida no es tan difícil, que de la vida lo mejor son las pequeñas cosas, los momentos. Muchas veces parecía que estaba leyendo su libro favorito en su lugar preferido.

Ahora a seguir con tus compromisos con las causas casi imposibles, con la misma entrega y vocación con la que enseñaste. Toca emprender nuevos caminos, y esto siempre implica una despedida. La jubilación de una compañera en el instituto siempre genera sentimientos extraños, por una parte la lógica alegría de ver como llenará de nietos y proyectos el tiempo que ahora tendrá, y por otro el vacío de una compañera con la que hemos compartido muchos momentos. Aunque te vayas, ya sabes, aquí tienes tu casa.

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