Gómez, Espaliú y Del Álamo dejan claro que quieren estar en la final

El novillero de la escuela del Campo de Gibraltar, Cayetano Ortiz, deja una buena actuación en el festejo de promoción de San Roque y falla con el acero. La novillada de Torrestrella resulta buena

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La plaza de toros de San Roque acogió ayer la última de las semifinales del ciclo de escuelas de Andalucía. Una competición en la que participan, en teoría claro, los mejores alumnos de estos centros que enseñan a torear a los nuevos valores. La novillada de Torrestrella ofreció un buen juego, hubo novillos de gran calidad y nobleza, y algunos con una gran transmisión en la muleta y con raza. El encierro de Torrestrella fue aprovechado, a medias, por una terna de jóvenes novilleros, cuyo deseo es llegar a lo más alto del escalafón de matadores. El palmares con los triunfadores lo formaron Espaliú, Juan del Álamo y el gaditano Fran Gómez-Puede que se repita en la gran final. Los tres cortaron dos orejas, cada uno en su estilo propio. Eso sí, con novillos para estar horas toreando.

Antonio Jesús Espaliú, de la escuela de Camas, dejó claro que no le falta ambición y ganas, algo propio en un novillero. Una faena en la que los mejores muletazos llegaron por el derecho. Compuso bien la figura en algunas series.

Otro de los triunfadores fue el salmantino Juan del Álamo, que demostró ganas y sobre todo valor. Estuvo muy firme ante el de Torrestrella. Con diez muletazos llegó a conectar con los tendidos. Puede llegar adonde quiera con es aptitud.

También cortó dos orejas el gaditano de la escuela de Jerez, Fran Gómez, después de una faena que tomó vuelo de mitad para adelante. El de Torrestrella fue un gran novillo, sobre todo por el pitón derecho.

El novillero de la escuela del Campo de Gibraltar, Cayetano Ortiz, toreó bien con el capote. Luego en la muleta cuajó al de Torrestrella por el pitón derecho, en los terrenos de la querencia del animal. Le ganó la batalla y la espada le privó de pasear trofeos.

Paseó una oreja en el primero el madrileño Gómez del Pilar, después de un trasteo largo con series por ambos pitones, a un gran novillo.El sevillano Javier Jiménez, de la escuela de Espartinas, también tuvo una buena actuación. Puso ganas y recordó al gran Espartaco en sus inicios.

 

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