Cada cierto tiempo aparece en las noticias la “pillada” de alguna pareja, con la libido por las nubes, manteniendo relaciones sexuales en plena calle, y cuyas imágenes suelen revolucionar las redes.
La libido se define como el deseo sexual de una persona, pero ¿qué ocurre cuando se pierde?… La disfunción sexual hipoactiva se caracteriza por una disminución erótica, falta de deseo, no sentir excitación y/o incapacidad para llegar al orgasmo.
Todos estos síntomas desembocan en frecuentes problemas en la relación de pareja, que se bloquea, dando paso a malestar en la relación, discusiones, escusas, etc.
Pero, ¿por qué se pierden las ganas?
- Ansiedad: Te invaden pensamientos ansiosos, estás estresado por todo lo que tienes a tu alrededor y, en definitiva, no te centras en el momento pasional, por lo que no prestas atención a los pequeños detalles que te pueden hacer sentir bien.
- Poca atracción por tu pareja.
- Depresión: Estás pasando por un mal momento en el que no tienes ganas de nada, y mucho menos que te hablen de sexo.
- Fármacos: Determinados medicamentos producen efectos secundarios relacionados con la inapetencia.
- Falta de juegos.
Sea cual sea la causa de esa falta de ganas, lo más importante es la comunicación con la otra persona, descubrir qué ocurre e intentar solucionarlo.
Si disfrutas con algo, seguro que quieres repetir, pero si algo no va bien o no te ha proporcionado lo que esperabas, te costará un mundo ponerte ‘manos a la obra’. Por eso, para que resulte más cómodo, erótico, agradable, divertido, pasional, … (este etcétera os los dejo a vuestra imaginación) hay que:
- Decirle a la pareja lo que deseas y lo que te gusta, o no te gusta. Estas pistas son claves para estar bien y cómodos.
- Aprovechar las miradas, las caricias y los movimientos para comunicar y ser cómplices de lo que está pasando.
- Entrenar el mindfulness. Presta atención a lo que sientes momento a momento. Si aprendemos a estar presentes, sin pensar en lo que nos rodea, sólo sintiendo, el sexo será de un nivel extra.
- Y, por último, más imaginación.
Hay que romper con determinadas creencias acerca del sexo. Ya no es un tema tabú, ni tampoco un mero trámite en la relación de pareja. El sexo forma parte de nuestra vida, y sin duda, es bueno para la salud mental.
“El principal órgano sexual es el cerebro y su herramienta más poderosa es la palabra”
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