Hablo de lo que he visto y oído

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Me admira el afán de supervivencia de mucha gente, espíritus grandes que nacieron un día y a los que la vida les llegó sin sonreírles. Ellos, a veces sin ganas, intentan hacerle un pulso a la vida y sonreírle a pesar de los pesares. Es algo realmente admirable.

Gente buena, sencilla y trabajadora que se ven encadenados a una realidad social que los obliga a volar a ras de suelo aunque sus aspiraciones sean hacerlo más alto. Los he conocido. He visto cómo jóvenes que quieren estudiar no pueden hacerlo por falta de medios, ya sea porque sus padres no pueden o no se preocupan o porque un simple autobús urbano ni pasa ni se le espera. La cuestión es que, para muchos de ellos, es una necesidad, una urgencia, no es un simple capricho adolescente, como el de algunos que quieren estudiar fuera como excusa para salir de sus casas y vivir mundo. Para los primeros, es una necesidad personal, el único camino para crecer como personas, para cambiar sus hábitos de vida o para salir de un ambiente familiar o social donde el “dinero fácil” es el sustento vital. He visto a muchos jóvenes tristes y deprimidos con una realidad detrás que asusta, con una mirada llorosa o bajo un mal comportamiento que disfraza la más penosa de las situaciones. He conocido a “padres buscavidas” que mueven cielo y tierra para ganarse el pan diario, literalmente, diario. No exagero. Créanme cuando le digo que he visto de todo.

Una sociedad, un pueblo, sencillamente un pueblo, sin expectativas, sin oportunidades, sin futuro. ¿Qué hacen las administraciones?, ¿cómo gestionan el dinero público?, ¿a qué lo destinan?, ¿qué les ofrecen sus gobernantes?, ¿qué piensan cuando ven a generaciones enteras dedicarse a lo que no deben?, ¿qué les pasa por sus cabezas cuando escuchan decir a un joven de catorce años “cuando yo esté en la cárcel”?
Amigos y amigas, necesitamos, urgentemente, despertar y actuar. No podemos seguir permitiendo que nos arrebaten la vida. Habrá que decir en algún momento: ¡Basta ya! Un abrazo a todos. Ánimo y adelante.

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