Podría haber sido -aunque aún no ha concluido- la Feria de las tragedias. El ángel de los toreros está echando horas extras en el ruedo de la Maestranza. Es increíble que la única cornadita que llevemos hasta ahora sea la del caballo ‘Silveti’ de Hermoso de Mendoza… ¡Con la que están cobrando los toreros! Baste recordar la impresionante voltereta y caída a plomo sobre un cuello doblado a punto de hacer ‘crack’ de Curro Díaz por un toro de Pereda, recordando a Julio Robles, o más cercano al banderillero Adrán Gómez; la espeluznante cogida de Sergio Aguilar, a merced de un ‘palha’ que lo levantó y lo zarandeó entre los pitones con ganas de reventarlo, dejando su chaquetilla hecha jirones; el volteretón de El Cid, a merced en el suelo de un toro de Victorino Martín que le hundió el pitón por la hombrera y quería cazarlo con saña de asesino; los angustiosos momentos vividos en el primero de la corrida de Peñajara, cuando a la salida de un par de banderillas quedó el sevillano Paco Peña colgado de la barriga con todo el pitón dentro de su chalequillo, sin poderse zafar del animal que lo levantaba una y otra vez, recordando la tragedia de Montoliú; y por último, y el más reciente, la increíble cogida de Rivera Ordóñez cuando metía la espada al primero de Gavira que remendaba la de Daniel Ruiz.
Lo de Rivera Ordóñez esta tarde es para celebrar el cumpleaños cada 27 de abril. Las imágenes de la televisión son impactantes. Tras izarlo le esperó el toro con la daga enhiesta del pitón contrario a que cayera el torero con todo su peso sobre él. A estas horas nadie puede explicarse cómo el toro no hundió el pitón en la barriga de Francisco. Cogidas espectaculares y en zonas no habituales, blandas. Paco Peña, Sergio Aguilar y Rivera Ordóñez han sido cogidos de forma contundente con un pitón apretando la zona blanda del vientre. Un auténtico milagro, ya digo, que no estemos hablando de tragedias. El toreo tiene, sin lugar a dudas, su alto componente de suerte… y de las horas extras que está echando esta Feria de Abril ese ángel guardián de los toreros…