La asertividad es respetarnos a nosotros mismos, es decir, somos asertivos cuando somos capaces de expresar nuestros sentimientos, derechos u opiniones sin amenazar a nadie y respetando los derechos y sentimientos de las demás personas.
No es fácil ser asertivo, porque a veces nos cuesta expresar nuestras opiniones y derechos sin ofender a los demás y preferimos callarnos, o incluso no somos capaces de decir NO, y vamos “pa’ lante”, aunque no estemos de acuerdo con determinada idea/situación/actitud, …
La asertividad es una conducta del ser humano y como tal se puede entrenar. Los principales objetivos son la empatía, la comunicación y el compromiso.
Debemos conocer que existen una serie de derechos asertivos como:
- El derecho a cambiar de opinión
- El derecho a no justificarnos
- El derecho a cometer errores
- El derecho a decir “no lo entiendo”
- O el derecho a decir “no me importa”
Os doy algunos tips para practicar la comunicación asertiva:
- Mantener el contacto visual directo con la otra persona
- Adoptar una postura abierta y relajada
- La expresión facial y corporal tiene que coincidir con lo que estamos diciendo
- Mantener un tono de voz estable y seguro
- Y, muy importante, escuchar al que nos habla, haciéndole saber que lo estamos escuchando
Por último, cuando llevéis un tiempo practicando la asertividad, os propongo hacer un balance, y valorar los cambios experimentados en las relaciones, viendo aquellos aspectos en los que se ha avanzado y aquellos en los que se necesita seguir trabajando.
Ser asertivo es reencontrarse con uno mismo, disfrutar de los momentos, ser duro cuando haya que serlo y no dejar pasar las oportunidades por miedo.
“Nunca debemos dejar de ser nosotros mismos a fin de ser aceptados”.
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