MENUDENCIAS BARREÑAS

La casa-torre de Los Barrios

Al hablar de las primeras casas de Los Barrios a principios del siglo XVIII, no debo dejar de mencionar la existencia de una casa-torre, aunque su construcción estuviese deteriorada.


Dicha casa-torre no se menciona en el documento de donación de las alcarias de “dos Barrios” que el III duque de Medina Sidonia concedió a Martín de Bocanegra (1497), lo cual podría parecer extraño y una justificación para pensar en su inexistencia.

Sin embargo, la razón de tal omisión se debe a que al repartir dicho duque las referidas alcarias no le concedería al referido Bocanegra todo el perímetro de esa antigua y doble población musulmana, ya que excluiría una casa-torre existente al borde del asentamiento, que se reservaría como vetusto caserío del terreno colindante entre dichas alcarias y el arroyo de la Parrilla. Territorio cuya donación correspondería a otra persona distinta y que pasado el tiempo se llamó Cortijo Grande de Los Barrios.

Por los inventarios de bienes del linaje de los Villegas de Gibraltar, documentos luego integrados en el condado de Luque por vía matrimonial y por un pleito posterior, consta con meridiana claridad la existencia de una casa-torre en Los Barrios en la vega de Maldonado.

En dicha documentación de los siglos XVII y XVIII se menciona que esa casa-torre perteneció al capitán Fernando Moreno Maldonado, junto con un extenso territorio que se extendía por la margen izquierda del arroyo de la Parrilla y parte de la margen derecha del mismo hasta el río Palmones, y más allá de ese río hasta alcanzar Matavaca, cerca del Monte de la Torre, a cuyos herederos le compró la propiedad Andrés de Villegas el Viejo, alférez mayor de Gibraltar, para constituir un mayorazgo de segunda genitura (1604).

Del capitán Fernando Moreno Maldonado, propietario anterior de tal casa-torre es escaso lo que se conoce en la actualidad. Apenas se sabe que además de capitán fue regidor perpetuo de Gibraltar a mediados del siglo XVI. Se desconoce en la actualidad si esa casa-torre se la donó el III duque de Medina Sidonia por el mismo tiempo que a Martín de Bocanegra o si le fue dada en el posterior repartimiento de tierras y donaciones de los Reyes Católicos (1502), cuando recuperaron la soberanía real de la ciudad de Gibraltar y sus términos, en detrimento del ducado de Medina Sidonia.

Es probable que tal casa-torre, que sin duda se correspondería con las denominadas por los historiadores modernistas como “torres de alquerías” relativamente se conservara durante el tiempo que Gibraltar perteneció al ducado de Medina Sidonia (1469-1502). Sin embargo, al reintegrarse a la Corona de Castilla, sufriría tal vez su desmoche y derribada parcialmente.

Es conocido como Isabel la Católica, para evitar las guerras civiles y banderías entre la nobleza, tan prolijas en el reinado de su hermano Enrique IV (1454-1474), quiso desmantelar algunos castillos y fortalezas de aquellos nobles levantiscos y también desmochar las numerosas torres señoriales en los campos, que algunas pasaron a denominarse “torre-mocha”, como bien se identifica y popularizó incluso en algún topónimo o apellido familiar.

Posiblemente fueron los Reyes Católicos, cuando la Corona recuperó la propiedad sobre Gibraltar, quienes de un modo u otro propiciaron el desmoche y consiguiente ruina de aquella casa-torre perteneciente al que luego sería denominado Cortijo Grande de Los Barrios, que primero perteneció a los Villegas y luego al condado de Luque, quienes la sustituirían por un nuevo caserío hacia mediados del siglo XVII. Pero a pesar de su desmoche, el hermano menor de cada sucesor en el mayorazgo de primogenitura sobre los bienes del ducado de Luque, tuvo a gala seguir intitulándose “señor de la torre de dos Barrios”.

En el pleito que el conde de Luque seguía sosteniendo en la Real Chancillería de Granada a mediados del siglo XVIII contra los exiliados gibraltareños que construían sus primeras casas en una de las dos antiguas alcarias, como referí en otra ocasión (Álvarez, 1993), tres testigos dan testimonio de que aquella torre barreña ya estaba arruinada y ellos sacaron la piedra para edificar la casa del regidor Juan de los Santos Izquierdo, que sitúo en la calle del Santísimo (calle de la Posada) haciendo esquina entre las calles Perdón y Gibraltar (actual Cervantes).

De la forma y altura que tenía esa vieja “torre mocha” de Los Barrios nada se dice en el citado pleito del conde de Luque. Pero por la denominación de “casa-torre” en el siglo XVII, se supone que debía tener adosada una casa o vivienda, así como que contaría probablemente con un pequeño patio rodeado por una cerca o vallado.

Su forma sería de planta cuadrada, elevada en un prisma cuadrangular, que albergaría dos estancias o habitaciones interiores superpuesta, similar a otras torres de distintas épocas y funciones que aún se conservan en el Campo de Gibraltar: Atalaya del Monte de la Torre, Entrerríos en Palmones, Cartagena en Guadarranque, Almoraima, etc. Pero en el actual término municipal de Los Barrios, había otras casas-torres ahora ignoradas o desaparecidas, cuyo nombre de “casa-torre” continúo citándose al menos en los documentos del siglo XVII originarios de los Villegas y luego de los condes de Luque. Eran testimonios olvidados de otras tantas alcarias musulmanas como las de “dos Barrios”, que con el paso del tiempo poco a poco se despoblaron, pero sin llegar a estar completamente deshabitada.

De tales “casas-torres” barreñas nombradas en la documentación conservada, cabría citar, entre otras, las casa-torres de Matavaca, Majadillas, Aojiz, otra de Bocanegra en la vega de Guadacorte o la del Cortijo Grande de Guadarranque, también llamada como Torre de Don Carlos, etc., que en conjunto serían testimonios de otras tantas torres de alcarias musulmanas.

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