José Antonio Ortega | jaortega@jaortega.es - www.jaortega.es
Fiel a su estilo, que no es otro que el del populismo y la demagogia, y a su hoja de ruta, que no es otra que la de contar trolas y arrasar con todo lo que se le ponga por delante, hace unos días el señor Romero volvía a atraer la atención de propios y extraños a través de los medios con otra fantasmada de las suyas. Eso sí, pensando, como siempre, no tanto en el interés de los veintitrés mil ciudadanos, a los que cada vez que se le presenta la oportunidad utiliza como argumento y excusa, sino en las elecciones de 2015 y en cómo ganarlas.
Ha proclamado el primer edil barreño a los cuatro vientos que, si se alza con la victoria en los comicios locales del año próximo y continúa siendo alcalde, convocará una consulta popular sobre Arcgisa. Esto es, sobre la cesión de los servicios de agua, basura y alcantarillado por parte del Ayuntamiento a la Mancomunidad para que sean gestionados por la citada empresa pública. Y a mí me parece estupendo que lo haga. Me parece estupendo que cuente con la opinión de los ciudadanos para cuestiones que les compete muy directamente. Es más, en este sentido, si hay algo que creo deba reprochársele, es precisamente que no lo venga haciendo, ya puestos, desde que accedió a la alcaldía. Que no haya consultado al pueblo para asuntos de igual o mayor enjundia, como, por ejemplo, cargarse la radiotelevisión municipal, despedir a más de doscientos trabajadores o privatizar el mantenimiento del alumbrado, la limpieza viaria y el cuidado de parques y jardines, hipotecando la institución municipal para los próximos veinte años.
Ahora bien, yo creo que antes de haber efectuado ese anuncio electoralista debía de haber informado a la ciudadanía de un detalle, quizá no crucial, pero sí importante, que, sin embargo, a pesar de la transparencia de la que presume, calla. Me refiero al hecho no divulgado de que su intento de lograr que el Consejo Cultivo de Andalucía declare nulo el convenio suscrito entre el Consistorio y la Mancomunidad para dicha cesión, con la connivencia incomprensible –todo hay que decirlo– del PP local, se ha visto frustrado. Y se ha visto frustrado porque el expediente tendencioso que hizo tramitar con tal objetivo –el de la anulación– ha sido rechazado por el mencionado órgano. Pero, claro, como ustedes comprenderán, el hombre que es muy transparente, aunque no tonto, eso no lo cuenta. (¿Para qué?, imagino que se dirá a sí mismo el muy pillo).
Como no cuenta otros detalles que sí son fundamentales para que los vecinos puedan opinar y decidir con conocimiento de causa. Entre otros, que su único y auténtico propósito es privatizar los citados servicios. Y no creo yo que sea para hacer honor a ese falso mito de que la gestión privada resulta más barata y eficiente que la pública, sino vete tú a saber con qué otro fin.
Consciente de que es un tema al que se le puede sacar partido, el señor Romero sigue en sus trece y vende humo, pero debería explicar a quienes le votan, y a quienes no le votan también, que el precio del agua que se cobra a través de la empresa de la Mancomunidad es el más reducido de la comarca y está por debajo de la media de lo que se paga en el resto de España. Que las pérdidas en la conducción se han disminuido desde que el Ayuntamiento cedió la prestación del servicio y que se podrían disminuir aún más si en Los Barrios se aplicara el canon para inversiones en infraestructuras que a día de hoy no se aplica por decisión del actual equipo de gobierno. O que Arcgisa, en contra de lo que pregona, es una mercantil pública saneada. Una sociedad, en definitiva, que en los últimos tres años ha generado beneficios, incluso para pagar sueldos, tanto del personal liberado puesto por el PA como el puesto por los demás grupos políticos, y los continúa generando, mal que les pese a algunos.
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