Rafael Fenoy Rico | Secretario de Comunicación Educación CGT
La OCDE, entidad ligada a los grandes capitales mundiales, no para en su pretensión de desempeñar un papel legitimador de los sistemas educativos. Siempre, claro está, que se organicen como al gran capital le interesa. Aquellos que más enseñanza privada tienen, aquellos que dejan en manos privadas la gestión de los centros educativos de “elite”, aquellos que producen una mayor selección, legitimando las enormes desigualdades que la economía capitalista produce. Esos son los que deben siempre encabezar el ranking de “Mejores Sistemas Educativos Mundiales”. Por ello la OCDE ha ideado una nueva prueba PISA para adultos, que se denomina Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos (PIAAC). El informe publicado en octubre de 2013, arroja resultados muy, pero que muy desalentadores para España. De hecho la se sitúa en el último lugar de 23 países. ¿Cómo España, que se encuentra entre los 12 primeros países del mundo por PIB (producto interior bruto), y en el quinto de los cinco mejores de Europa, puede obtener ese “meritorio” el último lugar?.
La misma OCDE manifiesta que “La formación de la población es un determinante clave en la competitividad de un país ampliando la posibilidad de desarrollar estrategias de diferenciación de los productos, muy particularmente, en las fases de diseño y servicio post-venta”, léase exportaciones preferentemente. Por ello precisamente no se comprende como con estos “malos” resultados en el PISA para adultos (PIACC), España no ha dejado de ir mejorando. Por otro lado la calidad de vida de un pueblo está relacionada con su formación, de manera que, al menos teóricamente, el pueblo con mayor formación disfrutará de mejores condiciones de vida y estas sustentan una mayor esperanza de vida. Siguiendo la línea argumental, tampoco es posible justificar estos “deficientes” resultados en la prueba PIACC de marras, ya que España sería el sexto país con mayor esperanza de vida de todos los que participaron de las pruebas PISA para adultos.
Es inconsistente e irrelevante, que los resultados de exámenes aplicados a 6000 personas españolas comprendidas entre 16 y 65 años puedan generar tanta “reflexión” negativa sobre las bondades de la educación española. Máxime cuando han sido incentivadas a realizarlos mediante “tarjetas regalo por valor de 20€” para compras en determinados establecimientos comerciales. Para más INRI, las preguntas son de coco y huevo, algunas están mal formuladas o incluso tienen poco que ver con los intereses cotidianos de las personas que realizaron el examen. Al final se pretende lo que se pretende: Que se hable de PISA, de la OCDE y de la necesidad de privatizarlo todo, absolutamente todo, hasta la forma de aplicar las mencionadas pruebas, que evidentemente son muy importantes para quienes viven de contar cuentos basándose en ellas.
Noticias de la Villa y su empresa editora Publimarkplus, S.L., no se hacen responsables de las opiniones realizadas por sus colaboradores, ni tiene porqué compartirlas necesariamente.
