LA OTRA MIRADA

Planta carnívora en la comarca


 

Es un lujo tener en el Campo de Gibraltar una de las plantas más raras del planeta: la planta carnívora Drosophilum lusitanicum. Se trata de una especie endémica del suroeste de la península ibérica y del extremo noroccidental de África, encontrándose en el Campo de Gibraltar sus mejores poblaciones. Ella sola forma una familia botánica, la familia Drosophyllaceae. Por cierto, es la única familia de plantas endémica de la región Mediterránea. Se encuentra protegida como especie vulnerable en la lista roja de flora amenazada de Andalucía.

Drosophyllum habita en litosuelos ácidos, bien drenados y muy pobres. Los nutrientes que otras plantas toman del suelo a través de sus raíces, Drosophyllum los toma a través de sus hojas a partir de los insectos que caza. ¿Cómo los caza? Sus hojas, perennes y lineares, de 12 a 24 cm de longitud, están cubiertas de unas complejas glándulas peltadas (con un pequeño pie) que secretan un mucílago acuoso y pegajoso en el que los insectos, principalmente moscas pequeñas y medianas, pero también mariposas y crisopas, quedan atrapados. Esas mismas glándulas, ¡las más complejas de todo el reino vegetal!, junto con otras glándulas rojizas más sencillas, producen enzimas que degradan los cuerpos de los insectos atrapados y absorben los nutrientes liberados. Ese mucílago acuoso requiere mucha disponibilidad de agua, que estas plantas toman del rocío gracias a las frecuentes nieblas que se forma en la zona del Estrecho, además de su robusta raíz pivotante.

Pero, ¿Cómo llegan los insectos a las hojas de estas plantas? Podría ser por azar, pero científicos de la Universidad de Cádiz han visto que no es así. Drosophyllum es una ávida cazadora: emite un arma peculiar a través de sus hojas que atrae a sus insectos presa de forma inequívoca. Curiosamente, ese aroma es muy diferente al que emiten sus llamativas flores amarillas, con lo que las plantas evitan atrapar a sus insectos polinizadores, que principalmente son pequeños escarabajos y abejas.

Drosophyllum florece en la primavera tardía, desde finales de abril a mediados de junio. En nuestra comarca, es fácil ver poblaciones de esta especie en herrizas descarnadas, recientemente quemadas o desmontadas como fajas cortafuegos, canteras de arenisca o taludes de pistas forestales. Son zonas de apariencia pobre, sin suelo fértil, que dan cobijo a una de las joyas botánicas más raras del planeta.

Afortunadamente, se encuentra de momento en un buen estado de conservación en nuestra comarca, estando más amenazadas las poblaciones del lado africano del Estrecho y, sobre todo, las de Portugal. Hay poblaciones importantes incluso en zonas de paso de personas, que las han respetado. Investigadores del área de botánica de la Universidad de Cádiz continúan tratando de desenmarañar la biología de esta especie rara que, junto a otras especies singulares como el Ojaranzo (Rhododendron ponticum) o el Psilotum nudum, contribuye a engrandecer la biodiversidad botánica del Campo de Gibraltar.

Se facilita el enlace de dos videos dedicados a esta especie.

https://www.youtube.com/watch?v=Rle70CenJy0

https://www.youtube.com/watch?v=U3jfU1llhdE

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