Rafael Fenoy Rico | Secretario de Comunicación Educación de la Confederación General del Trabajo (CGT)
Texto de Plantón, recogido en su obra “la República, VII” escrita, pocos años antes de la fecha de su muerte, en el año 347 antes de Cristo. Podemos acercarnos a este mito de la caverna con la conciencia de que nos desvela lo complejo del conocimiento y sobre todo incita al encuentro con la prudencia. Arte, del que Baltasar Gracián ya nos hablara: “Son muy pocos los que pueden exhibir gran inteligencia: pero tú y todos podemos ejercer la prudencia. La exageración es casi siempre mentirosa, y te hace perder la fama de hombre de buen gusto, que es tan importante.”
A raíz del “éxito” electoral de “Podemos”, en las elecciones Europeas, se han desatado en su contra las furias del averno, conocidas por los nombres de Erinias o Euménides, y que viviendo en él, ascienden a la tierra sólo para castigar a los malvados. Mucho contertulio, mucho medio informativo tendencioso, mucho político de los bandos “perdedores”, han realizado comentarios exagerados, parciales, interesados, y por tanto mentirosos. Sobre el programa de Podemos han desgranando aquellos flashes que pudieran hacerlo inviable, o algún contenido claramente “de izquierda”, o alguna propuesta excesiva, incluso ridícula, emponzoñada…. Sobre la persona que encabeza la candidatura de Podemos, los calificativos, sólo generosos por su número, han denostando al personaje, y siempre extremadamente parcos en resaltar sus méritos. Se adelantan estas críticas imprudentemente al análisis de las causas y aquí es donde reside su extremada debilidad.
Tampoco es momento de alabanzas, sino de prudencia, para ir comprendiendo el profundo significado que sin duda tiene el que más de un millón de personas hayan dado su confianza, en los tiempos que corren de descreimiento generalizado hacia lo político, a una organización política casi nonata. Más que un programa, más que personas, las gentes, que han votado “Podemos”, refrendan una idea de un cambio radical de la forma de hacer y estar en política. Y ¡ojo!, esta idea tiene mucha, pero que mucha fuerza. Pocas personas se acuerdan de las interesantes experiencias del municipalismo libertario que se desarrollaron en la España republicana, sobre todo en el entorno cercano a la trágica fecha de 1936.
En este punto conviene refrescar las palabras de Platón que al finalizar el texto del Mito de la caverna nos ayudan a comprender: “en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella (la idea del bien) la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.” Sin duda con esta idea de Bien podemos transformar este aciago presente en un luminoso mañana.
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