A través de su encuentro con José Antonio Liébana y Natalia Popeliukh, responsables de la asociación, la delegada de Protección Civil y el coordinador de la agrupación de voluntarios, Miguel Ángel Ríos, pudieron conocer de primera mano las necesidades más perentorias con las que conviven tanto los menos ucranianos como sus familias a diario debido a la guerra y se comprometieron a ayudar a paliarlas en lo posible.
La donación incluye ropa, mucha de ella preparada para bajas temperaturas, como chaquetones, polares y prendas impermeables; material médico, como collarines y un resucitador de ambulancia manual, tanto para adultos, como para niños, además de setenta equipos de protección individual. También se aportan mascarillas, sacos de dormir y cantimploras, entre otros enseres útiles.
Todo este material será destinado a un orfanato y a un hospital de la zona de Snovsk, pequeña provincia situada al nordeste del país, una de las más devastadas por el conflicto bélico.
Geli Ferral agradece a los miembros de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil, y a su coordinador, Miguel Ángel Ríos, la colaboración prestada desde el primer momento para que esta iniciativa solidaria con Ucrania se haya podido realizar.