¿Qué tipo de conflictos o problemas pueden llevarse a mediación?

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Hola, de nuevo por aquí, he querido traer a este espacio de difusión, este controvertido título para intentar arrojar luz a que de pronto la palabra “Mediación” se use en todos los contextos por muy dispares y alejados que sean.

Para que nuestro lect@r pueda llegar al concepto de Mediación, al que nos estamos refiriendo, así, en principio pueden ser mediables todos aquellos conflictos o problemas, diferencias, etc. en los que las partes tengan capacidad de disposición, es decir, puedan decidir.

En España, sólo hay prohibición de aplicación en los temas de violencia de género, es decir, malos tratos en el ámbito familiar sufridos por la mujer.

Por otro lado, podemos distinguir entre las diferentes ramas del derecho, en las que puede surgir el conflicto, así entendemos por Derecho, el conjunto de normas y leyes, etc que se establecen para regular la convivencia pacífica entre las personas, en un país, de tal manera que el no respeto de dichas normas o su incumplimiento, da lugar a una serie de correcciones, o castigos, según la gravedad y área en la que se hayan dado dichos incumplimientos, esto es, en el ámbito civil, penal, laboral, administrativo, etc.

La Mediación, como forma de acceso al sistema de justicia, también puede aplicarse en los conflictos, en las diferentes ramas del derecho, de las que acabamos de mencionar algunas a modo de ejemplo, adaptándose a la singularidad de cada una de ellas, así se da la Mediación Civil, Mercantil, Penal, Laboral, Contenciosa-administrativa, Comunitaria, Intergeneracional, etc.

Y en todas ellas, se desarrolla de diferente manera, según la casuística concreta del asunto, de ahí la valiosa virtud de su flexibilidad.

Además de la disposición de las partes, (es decir que ellas como partes puedan decidir), es imprescindible que haya una buena disposición o actitud para iniciar el Proceso de Mediación, esto es, que se encuentren en una posición de querer sinceramente llegar a una solución consensuada a ese conflicto.

Generalmente, a inicio, cada parte lo que tiene es una gran necesidad de hablar sobre el asunto, y de que la escuchen, y sentirse escuchada, esto es prioritario.

En ese momento, afloran muchísimos sentimientos, emociones, y se diagnostican por la persona mediadora que necesidades hay en las partes, y debe ayudar a estas para que las vaya identificando, con el aprendizaje del uso de las diferentes herramientas de que se dispone en el vasto campo de la Mediación.

Resulta imprescindible que la persona mediadora sea creativa, intuitiva, con gran capacidad de percepción, y sobre todo con tiempo, es el valor más preciado, pues el ciudadano necesita que se le dedique tiempo.

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