Siempre nos quedará París o el carnaval

>
 

Darío Iglesias Muñoz

Todavía estamos tomándonos los últimos turrones y polvorones y ya empiezan a sonar los primeros pasodobles al ritmo del 3×4 gaditano. Llegó el carnaval, el periodismo cantado, el del pueblo, el que no tiene censura alguna, el que canta las verdades y dice lo que siente y piensa el pópulo. Aquí, en Cádiz, en Sevilla o en Málaga, el carnaval nos cuenta y nos canta lo que está sucediendo en nuestra sociedad, esto es; que siempre son los mismos quienes ganan y siempre son los mismos quienes pierden la historia, que el pobre cada vez es más pobre y el rico cada vez más rico, que la justicia no es justa, que la corrupción es una lacra que hay que combatir, y que el mundo está mal hecho, por eso habrá que cantarlo y contarlo para intentar que cambie.

El carnaval es una manera de entender y de vivir la vida. Hoy, cuando a diario intentan amargarnos la vida y cuando el sufrimiento y la desesperanza siguen llamando a nuestra puerta, a la de una Andalucía empobrecida y abandonada, tenemos que reivindicar la alegría o reinventarla, echándole imaginación y alegría al cuerpo.

Hoy, cuando muchos políticos parecen de carnaval, cuando la educación, la sanidad y la religión también lo parecen, cuando la teoría no se hace práctica y cuando las palabras se las lleva el viento, el único remedio parece ser el de la fiesta y la alegría, el de la libertad y la sonrisa. Carnaval, para quienes no están dispuestos a que nadie les fastidie la fiesta, ni nos amargue el dulce, ni nos coarte los papelillos de la libertad. Carnaval, para quienes se sienten libres y dueños de su destino. Carnaval, para quienes no están dispuestos a acatar la ley de la resignación.

Entre todos construimos la felicidad, y muchos lo hacemos con esta ceremonia colectiva llamada Carnaval, donde no hay otra liturgia que las emociones, donde las oraciones se convierten en estribillos cantados y donde el único mandamiento es fraguar la amistad.

Os invito a consumir carnaval antes de que sean otros quienes nos terminen consumiendo. Os animo a probar el regusto de sus coplas, a devorar sus pasodobles, a degustar sus tangos y estribillos. La sabiduría de cada febrero no os defraudará.

Siempre nos quedará el carnaval, esa fiesta que convierte las penas en alegrías. Nos vemos por Los Barrios para deleitarnos con nuestras exquisitas tagarninas y endulzarnos la vida con coplas y estribillos.

Amigas y amigos. Que viva el carnaval. Que viva la libertad. Un abrazo a todos. Ánimo y adelante.

 

Noticias de la Villa y su empresa editora Publimarkplus, S.L., no se hacen responsables de las opiniones realizadas por sus colaboradores, ni tiene porqué compartirlas necesariamente.

Noticias relacionadas

 
23 marzo 2024 | Rafael Fenoy Rico
NO a las Guerras 1 de abril 1939
 
20 marzo 2024 | Patricio González García
Por si acaso