Turismo organiza una visita al descorche para el día 26

Los participantes podrán conocer en vivo unos de los últimos oficios tradicionales que perviven en el parque natural

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El concejal de Turismo, Salvador Acosta, ha presentado hoy en la oficina de información turística la visita organizada por su concejalía para conocer el descorche.

Según Acosta, esta actividad, que antiguamente tenía una gran importancia económica en los municipios de Los Alcornocales, “es uno de los muchos atractivos que sigue ofreciendo este parque natural”.

La visita se realizará el 26 de julio, saliendo a las 8 de la mañana desde la misma oficina de Turismo. Es para un máximo de 30 participantes, que deberán disponer de vehículo propio para desplazarse hasta la entrada de la finca de Murta, de propiedad municipal, y recorrer luego a pie unos tres kilómetros hasta el lugar en el que se hacen los trabajos de descorche.

Esta visita tendrá una duración aproximada de cuatro horas y es de dificultad media. La inscripción es gratuita. Los excursionistas irán acompañados por monitores, o monitoras, de la concejalía de Turismo. Los elementos de interés en este paseo son conocer los recursos naturales y distintos ecosistemas del parque natural y los paisajes.

La extracción de corcho del alcornoque sigue siendo una tarea ardua pero de belleza singular. Al alba, el canto del cárabo avisa al bosque que ya se acercan las cuadrillas para la faena. El capataz da la orden y se preparan para subir al monte los corcheros, rajadores y recogedores. Al mismo tiempo, los arrieros van preparando los mulos.

El golpeteo del hacha rompe el amanecer en el monte, los arrieros cargan las corchas y éstas son transportadas por los mulos hasta el patio (lugar donde se pesa el corcho sobre una cabria), allí depositan las corchas y de nuevo la hilera de mulos, o recua, se dirige al monte para una nueva carga. Cuando el sol más calienta el ambiente en el bosque, estos trabajadores dan por terminada la faena.

El descorche comenzó en Los Alcornocales hace casi dos siglos. Entonces, los arrieros, corcheros y demás personal pernoctaban en el bosque y trabajaban ininterrumpidamente por quincenas.

En la actualidad, las pistas y caminos forestales, además de los medios de transporte, han facilitado que estos trabajadores puedan dormir en sus casas, aunque ello no le quita a esta actividad su esencia natural.

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