En terrenos muy comprometidos, el diestro gaditano desplegó una faena firme y con gran contundencia al natural, en la que la emoción fue palpable en los tendidos. Las tandas por el lado izquierdo fueron especialmente notables, llevando al de Garcigrande con suavidad y determinación. Esta entrega fue premiada con una merecida oreja.
El punto culminante de la tarde llegó en el sexto toro. Un inspirado y decidido Galván le recibió a la Verónica con gran temple. Inició faena por bajo con mucho empaque, llevando al toro a los medios con muletazos poderosos y cargados de estética. Faena a más en la que volvió a brillar al natural y mató de gran estocada. Dos orejas
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