El Ayuntamiento de Los Barrios se plantea poner fin al Centro de Atención Temprana Infantil (CAIT), que mantiene de forma conjunta con la Consejería de Salud. 30 menores perderían su derecho a recibir el cuidado y seguimiento por parte de los profesionales
Bajo el pretexto de la crisis y la necesidad de llevar a cabo recortes en los servicios ofrecidos por parte de los ayuntamientos, esta vez es el Consistorio de Los Barrios el que se propone atentar contra los derechos de los más vulnerables y necesitados: en este caso, los menores. 30 niños y niñas de entre 0 y 6 años, con trastorno en su desarrollo o riesgo de padecerlo, dejarán de recibir la atención y tratamiento por parte de los profesionales del Centro de Atención Temprana Infantil (CAIT) dependiente del Ayuntamiento.
El CAIT se mantiene con una subvención de la Consejería de Sanidad, que surge tras la firma de un convenio con el Ayuntamiento de Los Barrios. En dicho convenio existen 30 plazas conveniadas, y en él quedan establecidas las obligaciones de ambas partes. Así, por un lado, la Consejería de Sanidad paga una cantidad por niño atendido y el Ayuntamiento facilita el material y contrata a los profesionales, a quienes se les requiere una formación especializada en Atención Temprana.
Tras el despido de 178 trabajadores que el alcalde andalucista, Jorge Romero, pretende llevar a cabo, estos profesionales se verían afectados poniendo fin así a este servicio. Una situación que convierte en víctimas a estos niños y niñas. Se trata de menores, en muchos casos, prematuros, con bajo peso al nacer, con muy pocas semanas de gestación o con algún traumatismo durante el nacimiento. Estos factores, entre otros, hacen que puedan tener problemas en su desarrollo a corto, medio o largo plazo. Sin embargo, gracias a la atención temprana pueden evitarse estas consecuencias, si se interviene a tiempo.
En estos años, muchos son los casos que confirman la validez e importancia de este servicio. Una necesidad no sólo para los menores sino también para sus padres y madres que consideran fundamental que el CAIT siga existiendo y que sus hijos reciban la atención y tratamiento de estos profesionales. Y es que hablamos de niños y niñas para los que el paso del tiempo tiene un valor mayor. No se puede jugar con su evolución, ni con sus derechos ni con sus posibilidades. Los recortes son necesarios, pero nunca cuando los perjudicados son los más indefensos. En este caso, los menores. Ejemplos de la importancia de la existencia del CAIT y de la intervención temprana hay muchos; uno de ellos el de un menor con asistencia en el Centro desde los dos meses y medio de edad. Se trata de una lesión neuronal conocida como “Leucomalacia” (una zona de neuronas del cerebro muertas por falta de riego sanguíneo), afectando a largo plazo el área motora y todas las consecuencias que podía conllevar. Tras la intervención en el Centro de Atención Temprana durante tres años el desarrollo se normalizó. Actualmente no presenta ningún retraso, los resultados muestran valores normalizados. Algo que ha sido constatado por los médicos y profesionales del hospital donde lo atendieron al nacer y en el que le han ido haciendo el seguimiento. Como éste muchos más.
Una situación incomprensible que los padres y madres quieren denunciar y hacer público, con la intención de que la sociedad sea informada de lo que realmente está ocurriendo y quiénes son los que están pagando estos recortes. Los niños y niñas de Los Barrios. Nada de recortes en bienestar social, nada de eliminar los derechos de los más indefensos. Eso prometieron todos los partidos políticos antes de las elecciones del pasado mes de marzo de 2011. Promesas incumplidas si llega a producirse la eliminación de este servicio. Un Centro de Atención Temprana es un servicio sanitario, los pediatras y/o neurólogos derivan a un niño a un CAIT cuando deben ser atendidos.
Con la salud de los más pequeños y con sus posibilidades de mejora no debe jugarse, sobre todo cuando existe un convenio que permite llevar a cabo y mantener este servicio.
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