Lo dije hace dos o tres años en este mismo medio. La propagación de plagas es inherente al modelo comercial de material vegetal (plantas, flor cortada, frutos, madera, etc) que se está imponiendo con el beneplácito de la globalización. Lo advertía a colación de la plaga de Picudo Rojo. Quizá demasiado tarde.
Casi nadie en este país conoce la nueva amenaza. Se trata de un hongo llamado Chalara fraxinea. En Gran Bretaña ha sido bautizado como Ash Dieback Disease. (Muerte recesiva del fresno). El nombre no tiene nada de alarmista. Los pocos expertos en el asunto pronostican que acabará -en un ataque de optimismo- con el 90% de la población de Fraxinus excelsior y otro tanto de Fraxinus angustifolia en Las Islas Británicas.
He estado rebuscando durante horas y no parece que existan casos en España (aún o que se sepa). De lo que he podido recopilar sobre su biología y sus presuntos métodos de propagación, deduzco que es justamente el momento de tomar medidas, si las autoridades responsables de los Departamentos de Sanidad no lo estan haciendo ya.
Esto antes de que cunda el pánico como ocurre desde hace unos meses en Inglaterra.
La muerte recesiva del fresno se ha propagado por buena parte de Europa,
presumiblemente mediante transporte de mercancia contaminada y mediante propagación natural; esto es: esporas volando de manera incontrolada salpicando las masas forestales y ornamentales. Todo apunta, salvo milagro, que va a penetrar en la Península através de los Pirineos, o lo que es peor; por cualquier punto, en alguna partida con material contaminado.
Se detectó por primera vez en Europa, hace unos 20 años en Polonia y en dos décadas ha fulminado, por poner algun ejemplo , el 60% de la población de fresnos de Dinamarca.
En mayor o menor medida afecta prácticamente a todo el Centro y Norte de Europa,
incluso se han detectado infecciones en la zona mediterránea, concretamente en Italia.
La enfermedad no tiene medidas terapéuticas eficaces. Afecta al sistema vascular del árbol y por tanto es de pronóstico dramático. Aunque los ejemplares más sensibles son los jóvenes, los árboles adultos terminan por morir también en un plazo de varios años.
Esta vez no puedo criticar las líneas de investigación, porque a mi juicio van en el sentido acertado. En Europa se están buscando cepas resistentes de fresnos, que hayan desarrollado de manera natural sus propias defensas.
Sobre la posibilidad de que Chalara afecte a otras especies de la misma familia de las Oleáceas, no parece que dentro de la comunidad científica haya acuerdo. Algunos expertos dicen sospechar que determinados géneros entre los que se encontrarían Olea (Olivos y acebuches) o Jasminun (Jazmines) podrían estar actuando de portadores “inmunes” pero propagadores de la enfermedad. No se sabe muy bien si estas afirmaciones tienen que ver con un afan de protagonismo, o bien se trata de sospechas con un soporte solvente. Lo cierto es que no está de más que los sistemas de alerta que se dispongan en un futuro, contemplen un rango de especies amplio de la familia botánica, como medida preventiva.
En la parte que nos toca, cabe reseñar que nuestro bosque de ribera en el área del
Estrecho y más concretamente en el Parque Natural de Los Alcornocales, está ocupado en un gran porcentaje precisamente por dos especies sensibles de fresnos. Y si en otras zonas de Europa la enfermedad está teniendo resultados devastadores, no hay nada que impida que nos pueda ocurrir lo mismo aquí. En los bosques no se juega con fuego… ni con nuevas plagas. Que no digan que no se advierte con tiempo.
En las administraciones- absolutamente en todas- los implicados en el asunto ya están tardando en ponerse a inspeccionar las poblaciones mas sensibles defresnos, que eso es casi gratis y no aumenta el déficit público. Lo que lo aumenta es después tener que repoblar miles de kilómetros de riberas o talar y quemar brozas a marchas forzadas.
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