J. M. Algarbani | Los Barrios
Miguel Molina Aguilar ha sido desde la construcción del IES Carlos Cano su secretario, lleva por lo tanto siéndolo, con muy breves interrupciones, desde el año 2000, fecha en que se incorporó al proyecto del nuevo IES Carlos Cano. Antes estuvo desde 1986 como maestro, y también secretario, en el Colegio Don Juan González, al que llegó un año antes de su tierra, Córdoba, y fue aquí en el Campo de Gibraltar donde echó profundas raíces sin olvidar nunca sus orígenes cordobeses.
Como maestro, le ha dado tiempo de aplicar la vertiginosa sucesión de leyes educativas que hemos tenido en los últimos años en este país, la LGE, la LOECE, La LODE, la LOGSE, la LOE, La LOMCE, y seguro que se olvida alguna, y casi le da tiempo a aplicar la conocida Ley Moyano…
De todo este paroxismo educativo salió indemne desde su eterno puesto de secretario y maestro. Labor que ha desempeñado a la perfección, siempre ayudando y apoyando a los compañeros, a los que nunca negó una ayuda o un favor.
Testigo fiel de la historia de este instituto, a la que pertenece, y de la que a buen seguro se lleva y guarda fechas, acontecimientos, personajes. Si pasa revista a los paisajes, a las secuencias vividas en este trayecto seguro que estará poblada por miles de jóvenes y por centenares de personas que han sido compañeros de viaje, con la que has compartido muchos momentos inolvidables.
En el camino de la vida, hay un lugar y un tiempo para cada cosa, y ahora toca otra cosa. A Miguel Molina se le va a recordar, no solo por el acento cordobés que nunca dejó, sino por su calidad humana como maestro y compañero.
De todos y todas, gracias Miguel.
