Redacción | Los Barrios
El sindicato señala que “los supuestos desordenes fueron utilizados por Romero como rédito político a través de varias notas de prensa, en las que cargaba y ofendía a sindicalistas y trabajadores despedidos por ejercer su derecho a manifestarse. No contento el alcalde con la “mala prensa”, interpuso una denuncia contra ocho personas elegidas a dedo. La instrucción de la denuncia ha adolecido de una serie de deficiencias en lo referente a los denunciados y los hechos que han dado al traste con la misma. Así por ejemplo, los denunciados no fueron identificados en el lugar de los hechos, sino posteriormente -supuestamente por orden del Alcalde- que terminó encausando a varios representantes del Comité de Empresa, además de varios trabajadores”.
USB califica la actuación del Alcalde de Los Barrios de “vergonzosa”, ya que, insiste en que “a través del servicio jurídico intentó presentar el asunto como un presunto delito de desorden público, de los regulados en los artículos 557 y siguientes del Código Penal (C.P), pero al ser pobre la argumentación e inexistentes las pruebas, intentó canalizar el asunto como un presunto delito de lesiones (arts. 147 y ss. C.P), que finalmente ha sido archivado. Como dice el Ministerio Fiscal: “por no resultar debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado motivo la formación de la causa””.
Para USB “resulta vergonzosa la manipulación que Romero pretende hacer de la justicia, los medios de comunicación, los sindicatos y las fuerzas y cuerpos de seguridad. Con denuncias como la archivada, donde Romero sólo busca hacer daño y unos titulares de prensa, se demuestra su catadura humana”.
“Es impresentable que un Alcalde se instaure en la demagogia y la mentira, y que no le tiemble el pulso para despedir a más de 200 empleados públicos o denunciar sin pruebas y con mentiras a quien se le ponga por delante. Desde USB nos alegramos por todos los trabajadores, los cuales estuvieron a la altura de las circunstancias y han podido demostrar su inocencia ante la demagogia de Romero”, concluyen.
