Aproximadamente una de cada 50 personas que consulta a su médico cada año lo hace debido a una conjuntivitis. La conjuntivitis se trata de una inflamación de la conjuntiva, que es la membrana transparente que cubre el ojo por delante.
La conjuntivitis puede estar provocada por bacterias, una alergia o por un virus. La infección bacteriana suele tener su origen en los dedos, las manoplas o las toallas contaminadas. El virus está asociado, por lo general, con un resfriado, dolor de garganta o una enfermedad infantil. La alergia, en cambio, puede deberse a los cosméticos , al polen o a las soluciones de limpieza de las lentes de contacto-lentillas-.
Los recién nacidos pueden contraer conjuntivitis al pasar por la vagina de la madre durante el parto. Esta condición se conoce como oftalmología del recién nacido , y suele tratarse en los hospitales inmediatamente después del parto usando para ello nitrato de plata que se le aplica al neonato por protocolo directamente en los ojos. De lo contrario, la infección puede extenderse pudiendo producir ceguera.
El diagnóstico se basa en el aspecto del ojo. Si el médico sospecha de la existencia de una infección, puede tomar muestras para encontrar el organismo responsable. Esto resulta especialmente importante en el caso de los recién nacidos.
Tratamiento
Cualquier supuración y formación de costras en los párpados debe eliminarse con agua caliente, utilizando una manopla-manguillo- recién lavada en agua muy caliente para evitar que ésta esté contaminada.
La elección del tratamiento dependerá de la causa. La conjuntivitis bacteriana se tratará con colirio antibiótico. La conjuntivitis alérgica suele tratarse con colirio antihistamínico. Estos dos tipos desaparecen, por regla general, en pocos días. La conjuntivitis vírica tiende a mejorar sin ningún tipo de tratamiento , salvo el de tomar medidas higiénicas.
Higiene ocular
Si la conjuntivitis reaparece, la solución consiste en seguir una higiene escrupulosa. Lave todas las manoplas faciales y las toallas a altas temperaturas y asegúrese de que cada miembro de la familia utiliza su propio manguillo o toalla.
Nunca deben emplearse soluciones oculares. Las lagrimas que son el líquido natural de los ojos , son la mejor solución para lavarlos. Un baño ocular no es estéril y puede contaminar el conducto lacrimal y el ojo.
Los cosméticos como la máscara de pestañas y el delineador pueden contaminar los bordes del párpado y permiten la agrupación de organismos, lo que predispone a sufrir infecciones oculares. Si desarrolla una conjuntivitis tire sus actuales cosméticos, aunque estemos en crisis y no sea época de tirar, y comience a utilizar unos nuevos cuando la infección haya desaparecido por completo.
Los usuarios de lentes de contacto deben ser especialmente cuidadosos con su higiene ocular, y sobre todo si a la par utilizan cosméticos, como es el caso de las mujeres principalmente. Absténganse de usar lentillas cuando sufran una conjuntivitis y no duden en utilizar de nuevo sus gafas graduadas.
Síntomas
Los síntomas de las conjuntivitis siempre son los mismos, los ojos se inyectan en sangre y la membrana se inflama. Esto sucede sea cual sea la causa que provoque la conjuntivitis. Asimismo, los ojos pican y pueden superar un pus amarillo que puede secarse hasta formar una costra legañosa durante la noche.
Consejo
No utilice colirios para resaltar el blanco de los ojos porque puede provocar la contracción de los vasos sanguíneos de los ojos, vaciándolos de sangre y creando un efecto rebote por el cual el blanco se hará más rojo y los ojos queden peor de lo que estaban antes de aplicar las gotas. También pueden provocar el aumento o descenso de la presión sanguínea de todo el cuerpo, además de ser los responsables de una crisis aguda de glaucoma (aumento de la presión ocular)
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