Fueron muchísimos los lances que se produjeron en las distintas armadas que componían la mancha de El Parroso, hasta un total de 68 disparos se oyeron, antes incluso de la suelta de las seis rehalas que tenían la obligación de sacar a las reses de sus encames. Lo que confirmaba que los cazadores habían sido colocados en correcto orden de salida y que los animales poco a poco han ido aprendiendo y son cada vez más, los que con el solo movimiento de los vehículos buscan rápidamente la huida de su territorio habitual.
En total se abatieron 52 reses, destacando un precioso gamo cobrado en el puesto numero 7 de la Loma La Palma, por el socio Francisco Gutiérrez Camacho. Y un magnifico cochino agarrado por los perros en la casa del Puerto del Lobo. El número de personas que participaron de alguna u otra forma en el desarrollo de dicha cacería ascendió a 150, que se dio por finalizada a las 10 de la noche con el tradicional reparto de carne entre todos los asistentes.
