Patricio González | Ecritor
El Gobierno ha aprobado en Consejo de Ministros de 25 de abril de 2014 el nuevo marco jurídico de protección de los menores que, entre otras normas, impide que los condenados por delitos sexuales puedan trabajar junto a niños y reconoce a los menores expuestos a violencia de género como víctimas directas.
Son algunas de las medidas que se establecen en de la legislación de la protección a la infancia que modifica 13 leyes para agilizar los procesos de acogimiento y adopción y reforzar la protección de los menores ante situaciones de abusos sexuales y violencia machista.
Me parece una medida excelente que va a servir para la protección real del menor frente a los delincuentes sexuales. Pero, precisamente, esta aprobación me hace reflexionar que, hasta ahora, esa protección no ha existido. Me hace reflexionar sobre que todo el mundo, todos los partidos que han gobernados y los que no lo han hecho, toda la sociedad en general, todos en general, hemos estado permitiendo que los condenados por delitos sexuales hayan seguido trabajando junto a niños.
Esto es, ni más ni menos, lo que significa la aprobación del Consejo de Ministros de hoy. En pleno siglo XXI, la sociedad civil, los partidos, y todos, hemos vivido de montajes mediáticos de cara a la galería con respecto a la defensa y protección de los menores en el tema de los condenados por delitos sexuales.
Cuando hemos sido capaces de vivir de esa manera es que en nuestra sociedad y nos metemos todos, hemos tocado fondo.
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