Pablo Romero | Área de Comunicación FEB
El último clásico entre el FC Barcelona y el Real Madrid en la tarde-noche del domingo 30 supuso un broche de oro para un año en el que el baloncesto español se ha colocado de nuevo en lo más alto. El indiscutible MVP conquistado por Juan Carlos Navarro volvió a resaltar el papel que juega en Europa un baloncesto que ha llegado a lo más alto a lo largo de la última década y que se ha convertido en uno de los principales exportadores de entrenadores por todo el globo.
Una explosión de técnicos que inicio su camino con las llegadas de Xavi Pascual y Pablo Laso a los banquillos del FC Barcelona y el Real Madrid tras formarse en una Adecco Oro en la que CB Aracena, Cantabria Lobos y Lagun Aro fueron testigos de los primeros pasos de dos de los responsables de banquillos más valorados en la actualidad. Una formación que se inició en una Liga que conoce muy bien el técnico ayudante de Laso en el Real Madrid, un Hugo López criado en la humildad de un Villa de Los Barrios que se ganó el corazón de los aficionados con su entrega y coraje en una última temporada para el recuerdo.
La llegada del equipo a las semifinales por el ascenso supuso la despedida del preparador vallisoletano de una Adecco Oro que se convertiría en su trampolín hacia la ACB: “Sin lugar a duda los mejores recuerdos acerca de mis inicios se encuentran en el pueblo de Los Barrios y, por tanto, en el Club Baloncesto Villa de Los Barrios en el que pasé siete años extraordinarios completando mis primeros pasos para ser entrenador profesional. Ellos me dieron la posibilidad de ser su entrenador ayudante y gracias a ello he llegado hasta aquí”.
Un equipo tan humilde como la localidad en la que disputaba sus encuentros y que enseñó a Hugo López la importancia del grupo como complemento a la técnica y la táctica a desarrollar posteriormente sobre la cancha. Unos ideales vigentes y extrapolables a cualquier campeonato: “En Los Barrios siempre tuvimos claro que en la Adecco Oro es clave tratar de tener muy buena química dentro de los grupos, ya que su crecimiento viene marcado por las relaciones que se van forjando tanto en el día a día como en los viajes. Además de gente con talento, buscábamos jugadores comprometidos y con ganas de entrenar ya que, al ser un sitio pequeño, no había mucho que hacer por lo que pasábamos muchas horas entrenando. Llegamos a convertirnos en una gran familia que se hizo fuerte en los momentos más difíciles”.
Una experiencia que marcó la carrera de este joven técnico vallisoletano que se ha asentado como uno de los técnicos asistentes más destacados de una Liga Endesa para la que estaba más que preparado: “Siempre he dicho que no hubiese podido llegar a ser técnico asistente en la Liga Endesa si no hubiese sido por mis 7 temporadas en la Adecco Oro. Durante todo ese tiempo descubrí que los entrenadores principales proponían numerosas variantes tácticas con las que ayudan a mejorar a sus ayudantes tanto en el scouting prepartido como en las situaciones postpartido. Con todo ello se consigue sembrar un gran bagaje táctico en el entrenador ayudante que le permite llegar a la ACB con una importante experiencia a sus espaldas”.
Los éxitos de Pascual, Laso o Hugo López son tan sólo el inicio de un camino que han seguido diversos técnicos más allá de nuestras fronteras y que se convierten en el mejor agente motivador para los jóvenes entrenadores que pelean por abrirse camino desde unas Ligas Adecco que guardan ya ilustres apellidos entre las páginas más brillantes de su historia.