Intenso frío, dos grados bajo cero, son las siete y media de la mañana en el Parque Natural de Los Alcornocales, los socios y simpatizantes de la Peña Carnavalesca La Tagarnina deben de esperar por lo menos hasta las diez de la mañana para empezar a recoger tagarninas. La escarcha, capa de hielo cristalino que se ha formado sobre el campo impide su recolección de lo contrario si se recogiese la tagarnina se estropearía al poco tiempo.
Para aprovechar el tiempo se reconforta el cuerpo con un desayuno campero. Pan moreno con zurrapa y manteca colará. Posteriormente, los tagarnineros repartidos en grupos procedieron, con el escardillo en mano, a amontonar y pelar las tagarninas, que en esta ocasión fueron grandes y buenas, para que otro grupo las fueran introduciendo en los sacos para su posterior traslado a la sede de la peña. La maquinaria funcionó a la perfección de manera que para la hora del desayuno, aproximadamente a las diez y media de la mañana, ya se podía ver el fruto del esfuerzo, los kilos de tagarninas se acumulaban en la furgoneta para su traslado a la sede la peña.
Concluido el trabajo de campo los recolectores se trasladan a Los Barrios para, una vez degustado un estofado de carne y patatas, se proceda a picar las taganinas. Sobre las siete de la tarde se procede a pesar los sacos con una romana. Rafael Pardal, socio de la peña, es el ganador del tradicional calculo que se hace a ojo, 255 kilos de tagarninas picadas que son trasladadas a la cámara frigorífica para su preparación el próximo sábado.
