La Unión Deportiva Los Barrios saca un valioso punto en San Juan de Aznalfarache

El empate, viene a contrastar el estado de forma de los gualdiverdes, que tras dos semanas consecutivas lejos del San Rafael, no conocen la derrota. Vibrante y vertiginoso comenzó el partido entre dos serios candidatos a luchar por la permanecia en Tercera División. La Unión Deportiva Los Barrios, que madrugó para viajar hasta la sevillana localidad de Aznalfarache, mantuvo la compostura y la concentración durante todo el encuentro.


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F. González | Los Barrios

Comenzó espesa y aturdida, porque el San Juan de inició salió a presionar con dos hábiles y rápidos delanteros a la defensa gualdiverde, que volvió a responder con solvencia las acometidas vespertinas de los balones a la espalda de los laterales barreños. Esta vez, por motivos laborales, Dani Guerrero, se quedó en la Villa y su lugar lo ocupó el algecireño Vera, que cumplió el expediente.

No había hecho nada más que comenzar, cuando Ventura, que volvía a la titularidad, giró la rodilla al controlar el balón y se desplomó retorcido de dolor en el suelo, tras sufrir una lesión en la rodilla. El canterano Miki, entró por el zurdo Ventura, que tuvo que dejar el partido lesionado.

La igualdad entre ambos conjuntos era latente y quedaba reflejado en las aproximaciones tímidas de ambos equipos, que se asomaban sin exponer mucho a cambio. Sin embargo, los sevillanos, inquietaban la meta de Goyo con centros y disparos desde lejos que el meta gualdiverde atajaba sin problemas.

Los gualdiverdes tuvieron la ocasión más clara de la primera mitad tras jugadas de Bezares, que fue más listo que el lateral izquierdo del San Juan, que pretendía dejar salir el balón a línea de fondo y la fe del guadireño logró pescar con su hábil derecha arañar el balón y centrar para que el extremo Juan Maza, tras control del balón y sólo ante la porteria, enviase el esférico fuera cuando todos cantaban el gol. Esa jugada espoleo al San Juan, que a los dos minutos, cuando la Unión estaba volcada en el área rival y en jugada trabada, casi empujando el balón entre todo el equipo sevillano, tras un centro al corazón de la defensa gualdiverde, varios despejes, toques, empujones y mucha fe, conseguian marcar a bocajarro y adelantarse en el marcador al filo del descanso de la primera mitad.

Todo hacía indicar que se le ponía cuesta arriba al conjunto de la Villa de Los Barrios, aunque todo lo contrario, se tiró el equipo gualdiverde con orgullo y rabia hacia arriba y a los dos minutos, una jugada dentro del área, consiguió encontrar a Lata, que fue derribado dentro del área y el colegiado cordobes no dudó en señalarlo.

El capitán Bibi, tiró de galones y sin pestañear marcó con maestria y espantó de camino, los fantasmas que han privado a la Unión de sumar cuatro puntos, al errar tres penas máximas durante toda la temporada.

Sin tiempo para más, el encuentro llegó a su fin. Fue una primera mitad igualada aunque con algunos tramos del encuentro que el San Juan llevó más el dominio del partido.

Pero la segunda mitad fue totalmente opuesta. Dominio barreño con jugadas trenzadas e iniciativa y ataque.

El mister de la Unión, José Mateo, sacó al barreño Marcelino, que estaba amonestado por Guti y su posición la ocupó el linense Esteven Montes, que estaba de lateral retrasando a Albi al lateral derecho. Gran acierto, ya que la posesión y el balón apareció como por arte de magia y volvió al conjunto de la Unión, que tuvo al barreño Albi a su gran valedor.

Y es que el fútbol es un deporte en equipo y su máxima expresión son las asociaciones, crear sinérgias y de esto saben algo Miki, Bezares y Albi, que llevaron la batuta del ataque desde atrás, dominando y trenzando jugadas en corto, largo , al hueco, con Lata que se asociaba, con Domingo que hizo a la perfección la función de equilibrio, apoyos, coberturas, fue un engranaje perfecto que comenzaba a dar sus frutos. El desconocido Maza, cambió la banda izquierda y volvío a su posición natural. Fue otro. Las razones fueron que Albi hace bueno a todo el que juega junto a él y el algecireño es un jugador que necesita de gente próxima. Aislado, lejos de sus compañeros y en soledad, es un soldado en inferioridad, sin oficio ni beneficio.

Entonces, como la mágica es cosa de magos y el barreño Albi tiene chistera, talento y capacidad, se encargó de tirar varias paredes y quedarse dentro del área sevilla, con tan buena fortuna de que su primer tiro rebotó en la espalda del defensa y tras pasarle el balón por encima se le quedó en disposición inmejorable de gol, sólo ante el portero y con el marco a batir sin nadie por delante. Lo vió tan claro, que su tiro se fue alto por encima del larguero.

La Unión empezó a sentirser más segura, a descolgar a los laterales, a atacar con muchos arriba, dominado, con buen fútbol. Sólo faltaba el gol y las galopadas de Guti por banda izquierda comenzaron a aparecer con frecuencia. Varios centros, varias aproximaciones, siete corner, un sin fin de ocasiones pero el gol no pareció.

Lo mejor el fútbol desarrolado, la fe puesta y el derroche de esfuerzo. Con partidazos así, las victorias, los goles y la salvación llegará. La Unión lo merece, por esfuerzo, entusiasmo y calidad. El próximo domingo otra final. Ante el CD Cabecense el San Rafael vivirá una jornada épica. Una gran batalla.

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