Las Centrales Sindicales denuncian que el asunto consiste presuntamente en el uso del gasóleo agrícola (color rojo) en vez del destinado a la automoción (amarillo verdoso).
Los controles ejercidos a quienes expiden combustible agrícola son rígidos para evitar el fraude. En tal sentido, “el caso que nos ocupa el seguimiento debe de empezar en el momento en que sale la cisterna de la multinacional distribuidora que debe de dar cuenta del número de litros entregados, finalmente el responsable de Acerinox debería reflejar en el libro de registro correspondiente la distribución efectuada”.
El uso de hidrocarburos prohibidos puede suponer una clara infracción a la Ley 38/1992, de 28 de diciembre, de Impuesto Especiales. Tienen la consideración de autores tanto los que utilicen el combustible sin la debida autorización como los titulares de los vehículos y arrendatarios. Para los vehículos con más de 50 CV de potencia fiscal, la multa pecuniaria son 6000€ y el precintado e inmovilización del vehículo por 4 meses.
Desde CSIF y CCOO hacemos un llamamiento a los trabajadores para que no reposten gasóleos en lugares no aptos, ya que, corren el riesgo de ser denunciados y tengan que pagar “el pato” por culpa de que el Ayuntamiento no haga sus deberes correctamente. “Igualmente exigimos al actual Equipo de Gobierno que solucione este problema cuanto antes para evitar los graves perjuicios que acarrea no disponer de suficientes vehículos policiales para vigilar el municipio y sus barriadas, así como, no poder ejercer las labores necesarias de mantenimiento y mejoras de la Villa por afectar también a los vehículos del Almacén Municipal”
