Los pisotones de Goliat, J. C. Pacheco


>
 

Ahora que ya empezaba a medio enterarme de eso de los mercados, el déficit público y la crisis mundial; después de descubrir que mi casa no es tal sino de mi mujer y de un tal señor Botín. Cuando comienzo a comprender que el señor Trichet es como un mal casero que un día te baja la renta de tu casa y otro día, sin demasiadas explicaciones, te la sube. Ahora llegan los indignados con el sistema, que “haberlos haylos”.

Mientras reflexiono con mi peor amigo, Jack Daniel´s, llego a la conclusión de que el sistema no es otra cosa que un gigantesco Goliat que como un buen hermano mayor te ayuda y protege de forma impagable, aunque no impagada. Lo más importante para llevarte bien con Goliat es tener cuidado con sus pisotones.

Este Goliat tiene una serie de asesores, financiadores y ayudantes. Algunos elegidos democráticamente entre los propios protegidos. Mientras tú le pagas religiosa, o laicamente, lo que te piden los elegidos te das cuenta de que alguno de los que manejan tus cuentas no serían capaces ni de ganarle una partida de Monopoly a mi hija de diez años, y que lamentablemente para ellos en su tablero parece no existir la casilla de la cárcel. Aunque nunca se olvidan mensualmente de la regla esencial: “cobrar ellos cada vez que pasan por la casilla de salida”.

Puedes protestar por la subida del recibo de la electricidad, y con él pagado -sintiéndote que has cumplido- de vez en mucho te cortan el suministro sin avisarte. En otras ocasiones puede que acudas a un hospital público. Y después de esperar meses van y se equivocan en la pierna que tenían que operarte. Puede también pasarte que a la hora de protegerte Goliat, que un día te atraquen unos delincuentes. Corriendo llamas a la policía y después de esperar 15 minutos, básicamente cuando los “chorizos” andan ya por Cincinatti aparecen los agentes de la autoridad y comentan: lamentamos el retraso, es que estábamos atendiendo una denuncia de uno que pretendía fumar en un bar.

Algo básico que puede ponerte los pelos de punta es cuando intentas arreglar un papel en las oficinas de los ayudantes de Goliat. Es donde puedes escuchar palabras tales como: traspapelado, error informático, tomando café o sanción. Es el momento justo y exacto para salir corriendo como si el mismísimo demonio se te hubiera aparecido.

Bueno, como yo me conozco y prefiero cabrearme a indignarme. Voy a tomar una plaza pública a mi propio estilo; de esta forma evitaré los tres trabajos: el cabrearme, el descabrearme y que me suba la presión arterial. Hoy es un bonito y soleado día me voy a ir a la plaza a sentarme en una terraza y tomarme unas cañas con sus correspondientes tapas. Por supuesto ayudado por la financiación de la interesada señora Visa, que aunque no hemos sido presentados, de vez en cuando tengo que contar con ella.

Los que lamentablemente hemos nacido David solo tenemos el recurso de juntar algunas letras y si contamos con algún amigo que nos las quiera publicar, pues mejor que mejor. Hoy no estoy muy motivado para darle una patada en la espinilla a Goliat, porque me da la impresión de que esto del sistema seguirá así, y que en muchos casos es lo menos malo con todas sus imperfecciones y sus posibles arreglos. Goliat parece sordo y seguro que está asesorado por muchos que miran especialmente por sus intereses personales. Además, ya puestos, si hay que darle una patada a Goliat que sea en la entrepierna… que seguro que le molesta más.

Noticias de la Villa y su empresa editora Publimarkplus, S.L., no se hacen responsables de las opiniones realizadas por sus colaboradores, ni tiene porqué compartirlas necesariamente.

Noticias relacionadas

 
14 mayo 2024 | Álvaro Moya Tejerina
El “harakiri” de Los Barrios 100×100
 
12 mayo 2024 | Rafael Fenoy Rico
Y la mujer dejó de parir
 
12 mayo 2024 | Patricio González García
La cutrez de Eurovisión
 
12 mayo 2024 | José Antonio Hernández Guerrero
El empacho informativo