Rafael Fenoy Rico | Secretario de Comunicación Educación CGT
Nos llegaban noticias, alarmantemente más constantes, de personas conocidas que tenían dificultades para acceder a la atención sanitaria en nuestra zona. Los medios comenzaban a hacerse eco de plataformas ciudadanas en defensa de la sanidad pública. La situación en la última década se ha ido deteriorando a pasos agigantados. Este fenómeno no es ajeno al modelo de gestión que se ha instaurado por parte de la Junta de Andalucía. La creación de las Áreas de Gestión Sanitaria (AGS) ha establecido compartimentos estancos, que impide de hecho que los recursos públicos acompañen de manera flexibles a los movimientos de población que se vienen produciendo en los últimos años. Ciudades que han perdido población, que se ha trasladado a otras ciudades, mantienen unas ratios de profesionales muy superiores a estas otras que han visto como la población a atender se ha incrementado sobremanera. Igualmente los movimientos veraniegos, los vacacionales, generan desajustes importantes en la calidad de la atención sanitaria que la población requiere.
Por otro lado el modelo de Gerencias ha provocado un agravamiento de la enorme deuda que se ha ido acumulando. Nada menos que 21 millones de euros adeuda el ASG del Campo de Gibraltar. La gerencia mira mucho más por los llamados “objetivos de déficit” que por las necesidades de salud de las personas de este territorio. Y a ello hay que sumarle la posible falta de identificación con la zona de la gerencia que también influye sobre manera sobre el nivel de gestión. El actual gerente reside en Ronda, yendo y viniendo a diario y posiblemente (y no es un reproche) recibiendo su familia y amistades atención sanitaria fuera de la zona que gestiona.
La falta de transparencia en la información a la que puede acceder la ciudadanía es evidente. No hablemos de la que solicitan los sindicatos del sector que según comunican nunca la reciben. Pocos datos oficiales se pueden dar pero los que se obtienen son muy preocupantes. Entre los dos hospitales comarcales, y los catorce centros de salud y algo más de una veintena de consultorios, prestan servicios algo más de 3400 trabajadoras y trabajadores. La eventualidad es una característica de esta plantilla ya que más de un tercio renueva contratos, más de la mitad llevan así casi 10 años y cientos de contratos son de mes en mes. Esta situación provoca listas de espera que suponen para muchas personas meses y meses para ser atendidas. El cierre de programas de atención sanitaria, de instalaciones, tanto de habitaciones como quirófanos (en la línea funciona sólo uno de los cuatro que tiene), el hospital nuevo no arranca y el antiguo, envejece a un ritmo frenético por falta del natural mantenimiento (ya que se construye desde hace años uno nuevo). No hay dinero, dicen, pero se manda a pacientes de la pública a la privada y para ello ¿sí hay dinero? Tema importante donde los haya, si la salud peligra algo habrá que hacer. Un amplio colectivo de asociaciones y sindicatos, nos convocan para que el día 16, lunes próximo a las 19 horas, en la Plaza Menéndez Tolosa de Algeciras.
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