Durante unos días dejaré de escribir mis artículos para las redes sociales y diferentes medios de comunicación.
El motivo no es otro que el de ingresar, nuevamente, para someterme a una nueva intervención quirúrgica que hace ya la número veintisiete. Dicen mis amigos que yo ya estoy acostumbrado a estas operaciones y les contesto que a esto no se acostumbra uno nunca.
Me opero este jueves 31 de agosto de la cadera izquierda. Ya tengo prótesis en la cadera derecha y, ahora, es la cadera izquierda la que me ha dado un verano terrible y es por eso que me opero de esta cadera. Ya tengo hecha todas las pruebas que se necesitan por el estado de mi corazón.
Esto va hacer que esté varios días ingresado para intentar recuperar un poco de esa calidad de vida desde hace unos meses había perdido con unos dolores tremendos que no me permiten ni dormir.
Pero, como os he dicho, a esto no se acostumbra nadie y aunque sean veintiséis ya las operaciones, me encuentro siempre en unos momentos de nervios que esos si los tengo siempre en las previas de las intervenciones. Luego, cuando llega el momento y recorro el pasillo hasta el quirófano es cuando, realmente, me quedo tranquilo. No sé si por paz interior o por la cantidad de medicamentos que le meten a uno.
En definitiva, os voy a dejar tranquilos unos días, aunque os mantendré informados de cómo van las cosas. Una pena que me da es que no podré asistir a la Procesión Magna Mariana que tendrá lugar el sábado día 9 de septiembre. Todo no puede ser pero quiero incidir en lo que muchas veces comento que no es otra cosa que el CARPE DIEM del que siempre os hablo, el vivir al día porque no sabemos qué nos va a deparar mañana.
Yo voy con mucho ánimo, con nervios también, pero con ánimo. Los nervios se irán conforme entre en quirófano.
Un fuerte abrazo a todos.
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