Busco en el diccionario la palabra: “loco” y dice: ” persona que ha perdido la razón”. Bien, también puede considerarse al loco como un ” enfermo mental”; pero la historia y la vida están llenas de hombres o mujeres que fueron considerados locos/as en su tiempo y que posteriormente han sido héroes o demonios dependiendo de los resultados que obtuvieron. Por citar algunos: Colón, Magallanes, Hernán Cortes ? quien mandó quemar sus propias naves- Sócrates- quien murió de cicuta en prisión- , Felipe II y su ” Armada Invencible”, Tesla, creador de la corriente alterna, Newton, Galileo- quien murió en la hoguera- Jesús de Nazaret- muerto crucificado-. Einstein, etc…
Todos hemos cometido locuras, ya sea en nuestra infancia, adolescencia o primera juventud. Todos hemos pretendido la luna, la chica más guapa y la felicidad más plena.
Todos hemos saboreado la historia de Quijotes, la pasión de Otelo e incluso el enamoramiento mortal de Romeo y Julieta. Y hemos seguido con elegía la historia de Juan Ramón en su Moguer , con su burrito, a quien también llamaban “el loco” los niños del pueblo por huir de los hombres y preferir la compañía de la
Naturaleza y de su encantados Platero
¿Son unos locos los del PA por pretender y haber conseguido la alcaldía a sabiendas de encontrarse con un municipio endeudado hasta las cejas?
¿ Son unos locos los trabajadores municipales que se manifiestan o no lo hacen , justamente- a mi modo de ver- por cobrar sus salarios?
Los locos son “personas especiales”, con unas cualidades diferentes al resto, por eso mismo son aislados e incomprendidos por el conjunto de la sociedad.
A veces hasta vilipendiados y menos preciados. Pero ¿Qué sería de la vida sin estos “personajes”?.
Todos los pueblos tienen o han tenido a sus locos. Ahora en TV: Quintero dice ser el loco y entrevista, como nadie, a personas de todo tipo y rango social y cultural: desde el risitas, al sabio Tarifa, como a un afamado autor, una exitosa y sofisticada señora de negocios, como al propio Botín. “Virrey de los negocios en casi todo el mundo”.
Pues bien, Jesús, aquí en mi Villa el loco no eres tú, sino más bien El loco soy yo.
Y parafraseando a Herman Hesse: Es más, este artículo es sólo para “locos”
Precio: La razón.
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