Rafael Fenoy Rico | Secretario de Comunicación Educación de la Confederación General del Trabajo (CGT)
En estas últimas semanas el Sr Alcalde de los Barrios, ha sido protagonista de al menos dos manifestaciones dignas de reflexionarse. La primera ofreciendo a las más de cien personas, ilegal e injustamente despedidas, hace más de tres años, del Ayuntamiento, la ridícula oferta de indemnizarles con 8 días por año trabajado. A estas personas, a las que truncó sus vidas, meses después de obtener el Partido Andalucista 5000 votos, de un total 16750 electores, el Sr Alcalde las condenó a un tortuoso calvario, que aún hoy sigue sin finalizar. Desde el inicio de este dramático asunto se le aconsejó al Sr Jorge Romero, se le instó, a que no hiciera esa barbaridad. Se le trasladaron otras soluciones para hacer viable el mantenimiento del trabajo, aumentando la riqueza del municipio, gestionando adecuadamente los enormes recursos municipales. Alguien curioso podría preguntar por los impuestos que las zonas comerciales e industriales de Los Barrios pagan al Ayuntamiento. La excusa del déficit municipal no servía para justificar el hecho injustificable de dejar en la calle a más de un centenar de personas trabajadoras de ese ayuntamiento, muchas de ellas con años de antigüedad.
Sentencias judiciales han venido a poner de manifiesto la improcedencia de los despidos y muy a su pesar ve como los peores vaticinios se materializan. Entre otros que la pelea judicial, que aún no ha acabado, ha sido ya, y será, muy onerosa para las arcas municipales. El Sr Romero se ve impelido por instancias judiciales a pagar millones de euros en salarios de tramitación. Entre los dineros que los despachos de abogados se están llevando, y se llevarán, y las cuantías de los salarios de tramitación, así como de las indemnizaciones por despidos ilegales, el pueblo de los Barrios se verá injustamente castigado por aquel que, prometiendo todo lo contrario, llevó la tragedia a más de cien hogares. Ahora le parece que es tiempo de arreglos y ofrece, cual mercader, el trato de indemnizaciones por valor de 8 días por año trabajado. ¿No eran legales todos los despidos? ¿No le iba a costar nada al pueblo? Y si eran legales ¿Por qué ofrece ahora indemnizaciones como si no lo fueran? La tozudez de no acatar sentencias, de no ejecutar requerimientos es un mal camino, que lleva en muchos casos a los banquillos. Sobre todo cuando esa tozudez puede interpretarse como una muestra de altanería y desprecio por los requerimientos de la justicia.
Estos días ha anunciado que sacará al Pueblo de los Barrios de la Mancomunidad de Municipios, y todo por la “guerra” del agua. Aunque alguien comenta que es una promesa electoral por si sale reelegido. Recordar lo que decía, que nada tiene que ver con lo que ahora dice es una práctica que la ciudadanía acaba sancionando muy mal en las urnas.
No se comprende que quien se autoproclama hacedor de buenos caminos, se meta el sólo en estos atolladeros.
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