Rafael Fenoy Rico | Secretario de Comunicación Educación de la Confederación General del Trabajo (CGT)
El pasado lunes en el Pleno de Mancomunidad se asistió a un auténtico esperpento, gracioso, si no fuese por la profunda carga autoritaria que conlleva. Traición democrática algunos la califican. Presentar un Reglamento que debe regir el funcionamiento del órgano cuando el órgano aún no está legalmente constituido pues falta nada más y nada menos que la presidencia.
Quienes asumen la democracia por delegación, es decir no directa, del actual sistema, deben ser especialmente escrupulosos en cumplir tanto la letra como el espíritu de las normas que las leyes, aprobadas por creyentes como ellos, han tenido a bien aprobar. Así el Real Decreto 2568/1986, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales, establece que “3. La sesión constitutiva, a la hora señalada a este objeto. Se presidirá por una Mesa de Edad, integrada por los Diputados de mayor y menor edad presentes en el acto. Y actuando de Secretario él que lo sea de la Corporación.
La Mesa comprobará las credenciales presentadas o acreditaciones de personalidad de los electos, con base a las certificaciones que hubiere remitido la Junta Electoral de Zona y declarará constituida la Corporación. Acto seguido se procederá a elegir al Presidente de entre sus miembros, con arreglo a lo dispuesto en la legislación electoral”
Incluso el propio Reglamento del Congreso de los Diputados, establece igualmente que el objeto de Mesa de edad se limita a la constitución del órgano de representación. Cuando se procede a la elección del presidente la votación se realiza utilizando papeletas en sobres cerrados y cada uno de los miembros vota una sola vez en urna cerrada, siendo quienes componen la mesa de edad los últimos en hacerlo. Difícilmente es posible al extraer los sobres establecer quién es de quien y mucho menos permitir que una vez cerrado el acto de votación se proceda a dar un voto de calidad a nadie de los que han votado. Todas estas personas tienen la misma condición y sólo la que adquiera por elección de ellas el rango de presidente podrá ejercer una vez investido como tal la atribución de poder dirimir empates por su voto de calidad, que pesa al doble que los demás.
Si esto es así de claro ¿Qué ocurrió ayer en Mancomunidad? Unos dicen que la intranquilidad del grupo que apoya al candidato del PP, instó a que se cometiera esa notoria ilegalidad. Otros dicen que el Secretario de la Mancomunidad, que debe ser experto jurista en derecho administrativo, pudiera estar presionado para des-orientar a los asistentes al acto de tal forma que se hubiera llegado a vulnerar la ley y actuado prevaricadoramente. Cierto es que quienes enarbolan las ventajas para ellos de la ley, deben asumir que los otros no parecen estar de acuerdo en ello y que más hubiera valido hacer un alto en el camino y someter a consultas de todas las partes las posibles “interpretaciones” que en eso del voto de calidad de la persona de más edad deba tener.
Además al conformarse los bloques se llegó hasta el insulto personal, llamado “chusma” al representante de Podemos, quien en el ejercicio de su responsabilidad se levantó de la mesa de edad por considerar un auténtico abuso lo que pretendía hacer el grupo liderado por el PP. La diferencia de criterios en buena lid debe ser respetada, los insultos proceden de uno fondo rastrero de gentes que si pudieran harían cosas peores que insultar. Mal ejemplo democrático se ha dado hoy en Mancomunidad, primero por el espectáculo de querer aprobar un reglamento, cuando el órgano aún no cuenta con presidente, un órgano huérfano, que en modo alguno puede ser “tutelado” por una Mesa de Edad que tiene las funciones que tiene, ni una más. También se ha producido la ruptura de lo que en el argot se presuponía existía: un pacto de caballeros (y de señoras) en el que en la búsqueda del bien común y del cumplimiento de la ley todas las cuestiones que suscitaran dudas legales, deberían haberse explicitado y de esta forma poder requerir dictámenes fiables por los organismos correspondientes. Pero en esta ocasión tanto está en juego, según parece, que se ha utilizado el navajazo barriobajero, asaltando al contrincante para sorprenderlo y atenazarlo con argucias presuntamente legales. Quien tiene la responsabilidad de orientar legalmente a la Mancomunidad mucho de culpa tiene en ello. Porque incluso habiendo aportado su punto de vista, nunca estaría de más requerir el concurso de terceros que con superior criterio pudieran aclarar el asunto.
Llama poderosísimamente la atención como determinada prensa, que se limita a reiterar machaconamente las consignas del PP, haciendo un flaco servicio a la información que sus lectores tiene derecho, más cuando es de pago. No es posible que asunto tan liado, sea reflejado en portada y extensamente en sus páginas anunciando la veleidad de unos y el “impecable” comportamiento de otros, cuando la realidad que se vivió fue “esperpéntica”, también por el PP, deleitándose en calificar de “Comparsa” del PSOE, a IU y Podemos, cuando de lo acordado entre ellos nada comentan ni refieren. Especialmente aquello de eliminar gastos de publicidad en Mancomunidad, acuerdo que al grupo editorial le toca en lo más profundo. Una más que lamentable “toma de partido” de un medio que lleva a honra su independencia y que el trabajo impecable de sus reporteros prestan un servicio esencial a la comunidad.
Ahora ya es tarde para remediar el daño causado al prestigio de una institución de por sí bastante desprestigiada. Y de paso aclarar que cuando de PODEMOS se habla es preciso tener conocimiento de que su apoyo a una candidatura se sostiene en el anhelo de que las barbaridades de sueldos, impuestos excesivos, prebendas, oscuridad y amiguismo terminen.
Noticias de la Villa y su empresa editora Publimarkplus, S.L., no se hacen responsables de las opiniones realizadas por sus colaboradores, ni tiene porqué compartirlas necesariamente.
