Redacción / Foto Portada: A. G. | Los Barrios
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Tras el chupinazo de rigor, Florón salió del cajón, que como novedad en esta edición se realizó a ras de tierra y no desde lo alto del camión como hasta ahora se venia haciendo. El toro dio juego en la plaza envistiendo todo lo que se movía incluidos los arbustos del jardín. Otra novedad ha sido la desaparición de las vallas interiores de la plaza. Hecho que ha motivado que la res se sintiera más libre y protegida. Los corredores han disfrutado del encierro. La concentración de mozos se notó en la avenida Carlos Cano.
Una vez enchiquerado el toro en los corrales se procedió a la suelta de dos vaquillas. Pese a la lluvia, los asistentes, en menor cuantía que otros años, han disfrutado de la jornada en la Villa.
El segundo toro, Elegante, salió puntualmente, a las 17,00 horas, realizando un encierro limpio y con mayor afluencia de corredores. Una vez en la plaza de toros, el toro dio un buen susto a un mozo con una impresionante cogida, sin consecuencias, pero que hizo pensar al respetable en lo peor. El corredor fue traslado al hospital Punta Europa para su evaluación que en principio ha quedado en un revolcón.
Posteriormente se soltaron cuatro vacas para el regocijo de los aficionados. Hay que destacar lo impracticable del ruedo por la fuerte lluvia del medio día.
Un año más, se celebró, a las 15,30 horas, el encierro infantil que se tuvo que acortar en su recorrido. Como novedad, para el acceso a la plaza este año se pidió a los asistentes un donativo de dos euros o la entrega de un alimento que se han donado a Cáritas para ayudar a los más desfavorecidos de la localidad.
En este sentido, el alcalde de la Villa, Jorge Romero, ha destacado el trabajo realizado por todos los profesionales que participan en este fiesta, que ha sido parte importante y protagonista del evento. Para Romero, “lo más destacable es que Cáritas ha repartido todas las entradas”.